Por las redes sociales informan a ecuatorianos paradero de cadáveres de sus familiares fallecidos

“He escuchado a personas que encuentran los nombres de sus familiares en otros cuerpos”, dijo Ivonne Morales, nieta de un anciano que murió durante la pandemia

Por las redes sociales informan a ecuatorianos paradero de cadáveres de sus familiares fallecidos

Autor: Félix Eduardo Gutiérrez

Miles de familias en Guayaquil, Ecuador, viven la tragedia de desconocer por más de 20 días qué pasó con los restos de sus parientes fallecidos durante la pandemia de Covid-19.

La más expedita forma de saberlo es colocar un mensaje a través de las redes sociales y etiquetar a Jorge Wated, presidente de BanEcuador, que dirige el Frente de Tarea Conjunta para gestionar el entierro de personas contagiadas por coronavirus COVID-19, en medio de la emergencia sanitaria.

De tener el dato a la mano, el funcionario emite la respuesta y el solicitante recibe en remoto la información. De no ser identificado el cuerpo, es enterrado en una fosa común.

Wated, contesta de manera directa los requerimientos de quienes lo etiquetan por redes sociales. El lunes, por ejemplo, respondió a Ivonne Morales, para atender una publicación que ella había hecho sobre la desaparición del cuerpo de su abuelo, reseñó la agencia EFE.

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Pese a este esfuerzo que realizan algunos organismos y funcionarios en particular, múltiples familias ecuatorianas denunciaron que llevan esperando más de veinte días para conocer el paradero de sus seres queridos, sin que las autoridades puedan ofrecerles consuelo. Foto: La Nación.

«Está en el Guasmo, durante esta semana estaremos sepultando a este grupo», replicó en poco tiempo el jefe de la FTC.

«Mi abuelito murió el 1 de abril en casa de una tía y de ahí lo llevaron a los contenedores en el hospital Guasmo Sur. Cuando lo recogieron, los policías dijeron que se los llevarían a una fosa común y que ya no sabríamos nada de él. Sin embargo, el mayor que estuvo a cargo del levantamiento nos dijo que iría a Parque de la Paz», contó Morales.

«Ha sido todo un caos», se queja Ivonne Morales sobre los veinte días de espera de alguna información, y teme que al final no sea el cuerpo de su abuelito el que entierren.

«He escuchado a personas que encuentran los nombres de sus familiares en otros cuerpos», concluye la guayaquileña.

20 días esperando

Pese a este esfuerzo que realizan algunos organismos y funcionarios en particular, múltiples familias ecuatorianas denunciaron que llevan esperando más de veinte días para conocer el paradero de sus seres queridos, sin que las autoridades puedan ofrecerles consuelo.

Se trata de una búsqueda infructuosa de decenas de fallecidos en hospitales de la ciudad y de cuerpos recogidos en domicilios por la Fuerza de Tarea Conjunta, en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus.

El caso de Carlos Martillo, es uno de los más dramáticos que ha salido a la luz pública. Su madre, Rosa Elena Alvarado, falleció el 30 de marzo en el hospital Guasmo Sur y hasta la fecha no tiene noticias del cadáver.

«El día en que iban a entregarnos su cuerpo llegó un contingente de la Armada y desalojaron a todos. Desde ese momento no sabemos dónde está», denunció Martillo.

La ciudad de Guayaquil, desbordada, no puede ni enterrar a sus ...
La ciudad de Guayaquil, desbordada, no puede ni enterrar a sus muertos. Foto: DW.

Según el certificado de defunción, Alvarado falleció a los 82 años por una «neumonía por coronavirus».  «Aún está ahí (en el hospital). Desde hoy comenzamos a sepultarlos», fue la última notificación que recibió la familia de la FTC el pasado 14 de abril.

Sin embargo, el nombre de la mujer no aparece en la página que habilitó el Gobierno para buscar a los fallecidos en Guayaquil en el marco de esta pandemia.

Alvarado forma parte de las imprecisas estadísticas que se han manejado este último mes y medio en la provincia de Guayas, donde el balance oficial cifraba este martes en 7.108 los contagios de coronavirus y 238 los fallecidos.

Esos datos no incluyen a otros cerca de 8.000 muertos que desde el 29 de febrero se han sumado a las estadísticas habituales (unos 2.000 al mes) y que en marzo causaron el colapso absoluto de cementerios y servicios fúnebres, obligando a muchos sacar a las calles los restos mortales de sus familiares.

Y aunque la recogida se ha regularizado, aseguran las autoridades, para muchos el caos de los enterramientos continúa.

Guayaquil es la zona cero de la propagación de la pandemia en Ecuador, donde hoy los datos oficiales elevan a casi 10.400 los contagios y 520 los muertos.

El Gobierno reconoce asimismo otros 902 decesos como «probables contagios», pero los otros casi 8.000 casos «extra» constatados por el Registro Civil en Guayas quedarán como parte de unas estadísticas secundarias por la imposibilidad de saber las causas del fallecimiento.

La FTC dice haber recogido a más de 1.400 cadáveres de hospitales y centros médicos, y que ha enterrado a más de la mitad de ellos en un arduo proceso que requiere en muchos casos identificar a los fallecidos mediante técnicas forenses.

Pero el caos no se da únicamente en los enterramientos. También en las calles es notorio el desacato a las órdenes de permanecer en casa dictadas por el Gobierno, pese a que solo en Guayaquil se concentra el 51 % de todos los casos de contagio en el país.

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