Representan áreas geográficas únicas, con elementos geológicos de importancia internacional, gestionados bajo un concepto integral que involucran estrategias de desarrollo sostenible
Autoridades de la prefectura y municipios de la provincia ecuatoriana de Imbabura, situado a 129 kilómetros de Quito, recibe este jueves el Certificado Oficial como Geoparque Mundial de la Unesco, destacó Prensa Latina.
El acto, a propósito de la visita a ese país suramericano del subdirector de Relaciones Exteriores de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Edouard Matoko, se llevará a cabo en la sede de la cancillería de la República, en Quito.
La distinción será entregada por el funcionario de la organización multilateral y el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Andrés Terán.
Según precisó la cancillería, esa institución acompañó y brindó asistencia técnica a todo el proceso de postulación, durante más de dos años, a través de la Comisión Nacional Ecuatoriana de Cooperación con la Unesco (Cominal).
El trabajo realizado incluyó visitas a la provincia de Imbabura, así como recomendaciones técnicas para lograr su declaración oficial como Geoparque.
“Esta declaración es vital debido a que nos abre la oportunidad de generar nuevas formas de protección del patrimonio nacional, con base en la riqueza geológica, la naturaleza y la acción de las comunidades que habitan estos territorios”, señaló Consuelo Barrera, secretaria general de la Cominal, ente presidido por el canciller, José Valencia.
De acuerdo con la funcionaria, la certificación también implica el reto de la gestión territorial, a fin de asegurar un desarrollo sostenible y que la riqueza perdure para las futuras generaciones.
Imbabura fue declarada Geoparque mundial de la Unesco el pasado 17 de abril y se convirtió en la primera provincia o zona de Ecuador merecedora de ese reconocimiento.
Los Geoparques Mundiales de la Unesco representan áreas geográficas únicas, con elementos geológicos de importancia internacional, gestionados bajo un concepto integral que involucran estrategias de desarrollo sostenible.
Asimismo, constituyen un novedoso esquema de divulgación, conservación y educación, basado en el uso del patrimonio geológico como herramienta del desarrollo social y comunitario.
Forbes de México señaló que los geoparques latinoamericanos son pocos y bastante recientes. El primero de la región, Araripe, en Brasil, fue reconocido en 2006.
Le siguieron Grutas del Palacio, en Uruguay, en 2013; los mexicanos Comarca Minera y Mixteca Alta en 2015; y en 2019 se sumaron Kütralkura (Chile), Imbabura (Ecuador) y Colca y Volcanes de Andagua (Perú).
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