En un contexto de creciente tensión social en Panamá, donde sindicatos y organizaciones sociales han convocado una huelga general en rechazo a las reformas laborales y de seguridad social impulsadas por el gobierno, la Embajada de Estados Unidos en el país anunció el despliegue de un contingente militar de aeronaves. Este movimiento coincide con las protestas que se extienden por todo el territorio nacional, marcando una situación compleja para el gobierno panameño.
Véase también: Claudia Sheinbaum exige respeto a Bukele tras críticas sobre seguridad en México
El 24 de marzo, Panamá recibió la llegada de tres helicópteros UH-60 (Black Hawk), un helicóptero HH-60 y dos aviones de transporte C-17 Globemaster, según un comunicado oficial de la Embajada de EE.UU. Las aeronaves estarán operando en el país hasta mediados de abril. La diplomacia estadounidense indicó que el despliegue es parte de «ejercicios conjuntos de seguridad» y de programas de asistencia humanitaria en áreas remotas de Panamá, coordinados con el Ministerio de Seguridad Pública del país.
Sin embargo, el arribo de estas aeronaves militares se produce en medio de un fuerte malestar social. Los sindicatos y organizaciones como el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción (Suntracs) han mostrado su rechazo a la Ley 462, que consideran una amenaza para los derechos laborales de los panameños y un beneficio directo para las élites económicas del país. En respuesta, los trabajadores han iniciado un paro general en diversas provincias del país, exigiendo la derogación de la ley y mejoras en las condiciones laborales y del sistema de seguridad social.
El líder sindical Saúl Méndez no dudó en calificar las reformas como un acto de «neoliberalismo extremo» que favorece a los poderosos, mientras que cuestionó el papel del gobierno del presidente Laurentino Cortizo, al que acusa de ceder ante los intereses internacionales y de favorecer a los grandes grupos empresariales. Además, recordó las críticas a la reapertura de la mina de cobre en Panamá, un proyecto ampliamente rechazado por las comunidades locales.
Las manifestaciones, aunque no centralizadas, se han expandido rápidamente, con protestas masivas que afectan a distintas regiones del país. A pesar de los intentos del gobierno por controlar la situación, las movilizaciones han continuado con fuerza, demostrando la indignación de amplios sectores de la población.
El gobierno de Cortizo, que ha defendido las reformas como necesarias para la estabilidad económica y el crecimiento del país, se enfrenta ahora a un panorama social altamente polarizado. El despliegue de aeronaves militares estadounidenses, en medio de las protestas, añade una capa de incertidumbre a la situación política, generando preocupaciones sobre la soberanía y la posible influencia extranjera en los asuntos internos de Panamá.
Mientras tanto, las tensiones entre las autoridades y los manifestantes siguen escalando, con un futuro incierto para las reformas y un gobierno que, hasta el momento, parece decidido a continuar con su agenda a pesar del rechazo popular.
Foto: El Ciudadano
Recuerda suscribirte a nuestro boletín
📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx
📰 elciudadano.com
