El Gobierno de Estados Unidos ha ordenado que los familiares de los funcionarios gubernamentales norteamericanos abandonen Bolivia debido a los disturbios que forzaron la renuncia de Evo Morales y ha autorizado también la salida del personal que no responde a las situaciones de emergencia.
El Departamento de Estado también alertó a los ciudadanos en el mismo comunicado a que se abstengan de los viajes al país latinoamericano, y que el Gobierno estadounidense tiene limitadas posibilidades de brindar asistencia en situaciones de emergencia.
Las autoridades también han actualizado la advertencia de viajes a Bolivia, elevándola del nivel 3 («Reconsiderar el viaje») al nivel 4 («No viajar»), que presupone la existencia de «una mayor probabilidad de riesgos para la vida». El Departamento de Estado advierte que los vuelos domésticos e internacionales pueden ser cancelados o retrasados, y que moverse entre las ciudades bolivianas por carretera «es impedido con regularidad».
«Hay recurrentes manifestaciones, huelgas, bloqueos de carreteras en las principales ciudades de Bolivia», resume el comunicado oficial, en el que se detalla que los disturbios «bloquean el tráfico en las principales avenidas, carreteras entre ciudades y el acceso a los aeropuertos».
«Algunas protestas han dado lugar a violentas confrontaciones, y las autoridades locales han usado medidas de control de multitudes para desalentar las protestas», agrega.
- Bolivia atraviesa una grave crisis política desde el desarrollo de las elecciones, el pasado 20 de octubre. Si bien los resultados dieron por ganador a Morales, quien iniciaría su cuarto mandato consecutivo, la oposición denunció fraude y el Gobierno aceptó convocar nuevas elecciones.
- No obstante, el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia pidieron al mandatario que dimitiera, bajo el supuesto argumento de buscar la estabilización de la nación.
- Morales presentó su renuncia el domingo y declaró que lo hacía para que los opositores, comandados por el excandidato presidencial Carlos Mesa y el jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, no persiguieran a dirigentes sindicales, dejaran de quemar casas de funcionarios públicos y para que no continuara la política de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.
- La Fiscalía General de Bolivia informó este martes que siete personas han muerto en diversos hechos durante los 23 días de conflicto social que ha atravesado el país. A través de un informe del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) se determinó que, en su mayoría, las víctimas fallecieron por proyectil de arma de fuego.
Cortesía de RT
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