¿Qué tan cerca está América Latina de una revolución industrial al vivir esta pandemia? ¿Abre una puerta para lograr este objetivo? Si es así, ¿Cuál será el precio de ese camino? ¿Más desempleo? Para el mexicano Octavio Aguilar Valenzuela, analista y director de la consultora Servicios AFAN, entrevistado por Sputnik, la situación actual trae muchas cosas nuevas que se instalarán a la normalidad y que permitirán una operatividad de las empresas y del Estado con menor costo.
«No hay ninguna organización que pueda dudar que muchas de las cosas que estamos viviendo ahora llegaron para quedarse», resaltó.
Aguilar plantea esto, al descubrir que además de atención telefónica a clientes y otras funciones administrativas, los canales virtuales resuelven otras tareas, como la capacitación a empleados y hasta la selección de personal.
Las empresas «van a poder liberar entre el 20 y el 30 por ciento de su espacio físico con los costos operativos que eso requiere, hasta el propio Gobierno va a poder hacer muchas de sus cosas con el personal trabajando desde casa», indica el especialista.
Por su parte, el presidente argentino Alberto Fernández, en una entrevista aseguró que «va a haber otro mundo a partir de ahora» e instó a que la gente se pregunte si, una vez pasada la pandemia, «esto que se llama teletrabajo no se difunde más, con todas las ventajas que eso supone».
En el reportaje, resaltan lo planteado por el Foro Económico Mundial (FEM), en el que se estimó hace cuatro años una pérdida de 7 millones de empleos en los 15 países más grandes del mundo antes de 2020 por culpa directa de la automatización, la desintermediación y la redundancia de tareas y procesos.
Se indica que treinta por ciento de la población de América Latina es «millennial» (nacida entre 1981 y 1996), un grupo etario que, según una proyección de la consultora Deloitte, representará en 2025 el 75 por ciento de la fuerza laboral del mundo.
En términos regionales, Aguilar entiende que la oferta en Colombia podría crecer, dado que es un lugar «óptimo en las áreas de sistemas, con muy buen nivel» y Argentina, en tanto, «sigue siendo muy reconocida en áreas de coaching y psicología» dirigida a la captación de recursos humanos.
«En contrapartida, Brasil puede sufrir porque es un país que mira mucho hacia adentro y los niveles medios brasileños son caros en proporción», analiza.
En su último informe la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) da la bienvenida a «una nueva normalidad».
«A medida que la robótica, la automatización y el uso masivo de plataformas de teletrabajo se vuelven más eficientes, más baratas y fáciles de implementar, es probable que la automatización de algunos sectores y procesos productivos se acelere, con impactos sobre el empleo«, dice el organismo.
Así, el número de desempleados de la región llegaría a 37,7 millones, lo que implicaría un aumento cercano a 11,6 millones con respecto a las filas de desempleados de 2019 (26,1 millones de personas).
La Cepal estima que a partir de la pandemia se vivirá la peor contracción de la actividad económica que la región haya sufrido desde que se iniciaron los registros, en 1900, y que la tasa de desempleo se ubicaría en torno a 11,5 por ciento, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto del nivel de 2019 (8,1 por ciento).
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