«Cada cinco minutos hay un niño que muere como resultado de la violencia y uno de cuatro homicidios que ocurre a nivel mundial es en Latinoamérica”, alertaba recientemente una representante del Secretariado de Naciones Unidas sobre la violencia contra los Niños, Mata Santos País.
Venezuela lidera junto a Brasil y Colombia las cifras de muertes masculina y femenina en América Latina producto del maltrato infantil , según cifras de Unicef, que destaca como una consecuencia a problemáticas sociales como la pobreza, desempleo y debilidad en la aplicación de las leyes, mientras que alrededor de 300 millones de niños y niñas en el mundo viven en situación de violencia, según el informe de noviembre de 2017, en el que se describe como “una situación habitual” la violencia en las vida de los niños y los adolescentes.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Maltrato Infantil, las cifras en el Continente son cada vez más preocupantes: en América Latina, 70 millones de niños se encuentran en condiciones de pobreza, y 2 de 3 de estos menores son víctimas de violencia.
En realidad, cualquier acción intencional que provoque daños físicos o psicológicos en los niños, así como la negligencia y no protección de los menores es considerada maltrato infantil. Los golpes, el abuso sexual y acoso escolar siguen siendo una realidad en América Latina, lo que indica que paradójicamente en los espacios donde se supondrían más seguros, es donde se produce con más frecuencia la violación a los derechos infantiles.
La violencia doméstica da lugar a otras realidades como la mendicidad, los niños en situación de calle, explotación sexual, así como al abuso del alcohol y las drogas. Estos problemas se relacionan con el abandono temprano de la escuela, el embarazo precoz, ausencia de oportunidades productivas para los jóvenes y la agudización de la pobreza.
Mientras, uno de cada dos niños menores de 15 años es víctima de castigo físico en el hogar, siendo la «disciplina violenta» en la casa «aún más frecuente en los niños y niñas menores de cinco años», según la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval. Asimismo, tres de cada diez adolescentes entre 13 y 15 años son víctimas de acoso escolar y se registra un preocupante aumento de maltrato emocional.
Otros indicadores recopilados por Unicef en América Latina y el Caribe muestran que entre 70% y el 80% de las víctimas de abuso sexual son niñas. En la mitad de los casos los agresores viven con las víctimas y tres cuartas partes son familiares directos.
El incremento de casos de muertes de niñas entre 5 y 9 años por causas de agresión y otras muertes violentas ha sido del 59%; entre 10 y 14 años ha sido del 83%; y entre 15 y 19 años del 49%.
Los datos representan un alerta frente a las metas de desarrollo sostenible para el 2030 y convocan a que la lucha por el derecho de los niños a una vida libre de violencia sea el centro de la agenda pública, evitando que se convierta en una “vana quimera o una nueva frustración” advirtió recientemente la representante de Unicef para América Latina.