Tras el golpe de Estado perpetrado en Bolivia, algunos dirigentes cocaleros y de las Bartolinas aseguraron que los policías no son necesarios en el Trópico de Cochabamba, el territorio es bastión del Movimiento al Socialismo (MAS), y han manifestado que si el cuerpo de «seguridad» pretende volver a la región debe “pedir perdón de rodillas”.
Según La Razón, ante el planteamiento de los cocaleros, varias autoridades gubernamentales se pronunciaron, entre ellas el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, proclamado así por Jeanine Áñez, quien advirtió que la Policía “no se arrodilla ante nadie”.
Ante la resistencia de algunos movimientos sociales, el gobierno de facto prepara para las próximas horas una entrada de la policía y de las Fuerzas Armadas a la región, “Se están haciendo ya las acciones correspondientes determinando la previsibilidad de ingresar conjuntamente las Fuerzas Armadas al trópico de Cochabamba a efecto de sentar un Estado de derecho en esta zona”, indicó el viceministro de Régimen Interior, Daniel Humérez, reseñan medios locales.
Igualmente, puntualizó que la ausencia de uniformados no puede permitirse en ninguna región del país, debido a que “no puede haber territorio donde no exista presencia del Estado”, un «Estado» que llegó por la vía de golpe de Estado y que ha ejercido una persecución contra quienes defienden la democracia y la administración del líder indígena, Evo Morales, así lo denuncian campesinos y sindicalistas de la región.
Quienes encabezaron el derrocamiento de Morales, han advertido que de mantenerse la situación en el Trópico de Cochabamba, se pone en riesgo la realización de las elecciones generales del mes de marzo de 2020 en la entidad.
Ante esta postura, Morales ha resaltado que buscan callar la voz del pueblo que le dio el triunfo en la pasadas elecciones del 20 de octubre, «Con actitud antidemocrática, Murillo, ministro golpista pretende coartar derecho al voto en el Trópico de Cochabamba, so pretexto de ausencia de garantías, cuando es el Estado que debe asegurar el ejercicio de derechos. Buscan acallar voto indígena y campesino, es miedo al pueblo», escribió.
El presidente depuesto del país altiplano, quien se encuentra asilado desde el 12 de diciembre en Argentina, también ha utilizado las redes sociales para demostrar la impunidad que se vive en la nación andina,»A un mes de la masacre en Sacaba, no hay ningún procesado. Sin embargo, gente humilde, dirigentes sociales y políticos que luchan por la democracia son perseguidos y encarcelados por el gobierno de facto. No liberar presos políticos ni brindar salvoconductos también es dictadura», denunció.
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