El verdugo de Dilma en Brasil condenado a 15 años de prisión por corrupción

Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, político de 58 años y economista de profesión, fue arrestado en Brasilia por orden de Sérgio Moro, el juez que investiga el esquema de sobornos en la estatal Petrobras conocido como Operación Lava Jato. La acción contra él tiene relación con sus cuentas millonarias y secretas en Suiza. El ex diputado responde por corrupción pasiva, lavado de dinero y evasión de divisas en esta acción penal que tiene ramificaciones hasta África.

Al menos tres delatores que colaboraron en la investigación de Cunha, han entregado pruebas que muestran que recibió 5,1 millones de dólares por haber intermediado un contrato ilegal de la petrolera Petrobras, la revelación ocasionó la destitución del parlamentario el pasado 5 de mayo de 2016, señala Telesur.

De acuerdo con la sentencia que se conoció este jueves, donde el dirigente brasilero deberá cumplir 15 años deprisión, Cunha recibió 1,5 millones de dólares de sobornos para facilitar la firma del contrato. “La responsabilidad de un parlamentario federal es enorme y, por consiguiente, también su culpabilidad en la práctica de los crímenes”, resalta el juez Sergio Moro.

“No puede haber ofensa más grave de quien traiciona el mandato parlamentario y la sagrada confianza que el pueblo deposita en él para obtener beneficio propio”, añadió el magistrado de la causa. Cunha, quien llegó a ser uno de los políticos más influyentes de Brasil, también fue condenado por lavado de dinero y evasión fraudulenta de divisas.

Eduardo Cunha

En calidad de presidente de la Cámara de Diputados, Cunha aceptó a trámite el pedido para iniciar el juicio legislativo contra Rousseff, reelegida en 2014 para un segundo mandato.  Según Cunha, la presidenta violó la ley brasileña por alterar el presupuesto del Estado para permitir más gasto público y beneficiarse en su reelección, tal como afirma El comercio de Perú.

Durante una rueda de prensa en la que anunció la decisión de abrir el juicio político, Cunha expresó que no lo hacía “por motivación política”, pero que debía aceptar esta solicitud “porque su argumentación es correcta, no tiene errores formales y acusa a la mandataria de crímenes de responsabilidad ocurridos este año”.

Eduardo Cunha y Michel Temer