Elecciones en Brasil: En claves dos modelos antagónicos en pugna

Cerca de 147 millones de brasileños convocados a las urnas

Luz Marina Delgado

28/10/2018 12:26pm

Este domingo se realiza la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, entre el exmilitar ultraderechista Jair Bolsonaro y el exalcalde progresista de San Pablo, Fernando Haddad.

Cerca de 147 millones de brasileños escogen el destino de su país entre dos modelos antagónicos en pugna. En el presente trabajo le mostramos en claves las principales propuestas de gestión en distintos ámbitos de ambos candidatos.

Elecciones en Brasil: En claves disputa entre dos modelos

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Política económica

Bolsonaro propone reducir el déficit presupuestario con el objetivo de generar superávit para 2020. Para ello, presenta un programa de privatización agresivo y recortes de gastos no esenciales. Su asesor de política económica, Paulo Guedes, expresó que de ser electo, el gobierno de Bolsonaro se apegaría a los objetivos de inflación y mantendría al actual gobernador del Banco Central, Ilan Goldfajn.

Por su parte, Fernando Haddad, plantea introducir medidas para controlar los flujos de capital a corto plazo para tratar de reducir la volatilidad de la moneda. Mientras se amplía el mandato del banco central para incluir el desempleo. El Partido de los Trabajadores (PT) también quiere ver más competencia en el sector bancario y mayores impuestos a los bancos que hacen que sea caro obtener crédito.

Seguridad pública

El candidato de la ultraderecha ha hecho prometido invertir en inteligencia y tecnología. Así como endurecer las sentencias penales. Es un ferviente partidario de flexibilizar las leyes de armas en la nación carioca para permitir el porte armas a los brasileños. Ha criticado el enfoque, a su juicio equivocado, de los derechos humanos y le despreocupa la brutalidad policial.

Contrario a Bolsonaro, Haddad propone mejorar las medidas actuales de control de armas para reducir el crimen, así como despenalizar ciertas drogas y ha sido crítico con las altas tasas de encarcelamiento en Brasil.

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Política exterior

Bolsonaro promueve fortalecer los lazos con Estados Unidos. Aunque afirma querer una política exterior libre de ideologías, mostró preocupación por las adquisiciones chinas en Brasil y le gustaría limitar la participación de empresas chinas en la nación. Se declaró un gran admirador de Israel y dice que trasladará la embajada de Brasil a Jerusalén si es elegido, así como también cerrará la embajada palestina en Brasilia.

Haddad plantea una política exterior similar a la del gobierno anterior de Lula. Haciendo énfasis en la integración regional y el fortalecimiento de los lazos con África y con los países miembros del Brics; Rusia, India, China y Sudáfrica.

Corrupción

Bolsonaro se comprometió a detener los enfrentamientos en la presidencia ganando aliados. Para ello aseguró a los principales miembros de otros partidos puestos claves en el ministerio, donde se controlan grandes presupuestos. Con lo que obtendrían protección de la persecución judicial debido a la inmunidad que gozan los funcionarios gubernamentales.

Mientras que Haddad y su partido impulsarán reformas judiciales que eliminarán ciertos privilegios para los políticos acusados de delitos. Al mismo tiempo propone cambiar la forma en que se eligen los jueces de la Corte Suprema y otros jueces de tribunales superiores.

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Reformas y privatizaciones

Bolsonaro no se comprometió con la reforma de las pensiones como lo había propuesto el gobierno actual. En cambio introducirá un sistema similar al 401 (k), en el que los trabajadores pueden optar por salir del régimen de pensiones actual y reservar dinero de manera autónoma. Aquellos que opten por el nuevo sistema serían elegibles para un recorte de impuestos. Sin embargo, para los militares propuso un sistema especial de pensiones. Por otro lado, plantea reducir el número de ministerios de 28 a 15, fusionando Finanzas y Planificación, y Agricultura y Medioambiente. De igual, forma, planea reducir la deuda pública en un 20% a través de “privatizaciones, concesiones y ventas de bienes raíces estatales”. La posición oficial de su campaña es que la mayoría de las empresas estatales serán eliminadas o vendidas, mientras que una minoría se mantendrá sin cambios.

Por su parte, Haddad busca una reforma fiscal que promueva “el progresismo, la simplicidad, la eficiencia y la promoción de una transición ecológica”. También quiere un programa de reforma bancaria diseñado para combatir los elevados costos crediticios y la especulación financiera, y pidió una reforma política que eliminaría los privilegios especiales que gozan las élites gubernamentales.

Promete detener la privatización de empresas que considera estratégicas para el desarrollo nacional. En ese orden, se comprometió a impulsar medidas que reviertan la privatización de los bloques petroleros costa afuera, al tiempo que aumenta la capacidad de inversión de Petrobras.

Empleo

Bolsonaro quiere impulsar políticas económicas ortodoxas reduciendo las regulaciones laborales como la mejor manera de hacer crecer el empleo. Defiende la reforma laboral de Temer.

Mientras que Haddad propone un programa de estímulo a corto plazo, mediante el reinicio de proyectos de obras civiles estancados. Al tiempo que aumenta las inversiones en la petrolera estatal Petroleo Brasileiro SA y en el programa de subsidios de vivienda ‘Minha Casa, Minha Vida’ de Brasil. Está en contra de la reforma laboral, y está a favor de un referéndum o plebiscito para revocar la ley.