La coalición de partidos de oposición en Venezuela conocida como la Mud, la Mesa de la Unidad Democrática, parece un jarrón de cerámica fracturado a punto de despedazarse, aunque para otros esa unidad se despedazó hace tiempo.
Por lo menos así parece entenderlo Luis Romero, el secretario general de Avanzada Progresista (AP), partido del ex-gobernador del estado Lara, Henri Falcón, que el martes 27 de febrero formalizó su candidatura a la presidencia de la República de Venezuela, en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, la capital de ese país.
Romero dijo que la Mud dejó de ser un cuerpo colegiado de partidos de la derecha venezolana y fue “confiscado” por sectores de cuatro partidos que la conforman, Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo (UNT).
Por esa razón, entre otras, aseveró Romero, inscribieron a Henri Falcón como candidato presidencial, respaldado por otros partidos, el Movimiento al Socialismo (MAS) y el partido socialcristiano Copei.
“Yo no voy a caer en provocaciones”, advirtió Romero sobre las advertencias de los partidos AD, PJ, VP y UNT, de expulsar a las organizaciones que respaldan la candidatura de Falcón, tras la decisión de la coalición mencionada, conocida ahora como el G-4, de no ir a las elecciones presidenciales convocadas inicialmente para el 22 de abril del presente año.
Esta fecha fue modificada por el máximo ente electoral del país, para el 20 de mayo del mismo año, cuando se realizará de manera conjunta las presidenciales, las de los Consejos Legislativos y Concejos Municipales, instancias parlamentarias de los estados (regiones) y los municipios (ciudades) de Venezuela, que están pendientes también por realizar.
“Solamente tengo que decir –sentenció Luis Romero, el secretario de Avanzada Progresista- que es muy difícil que nos expulsen de algo (de la Mud) que hace mucho tiempo dejó de existir”.
El secretario general del MAS, Felipe Mujica, tras la firma de un acuerdo de respeto y garantías electorales con el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), que postuló a la reelección al presidente Nicolás Maduro, declaró que «en este momento en Venezuela hay la posibilidad de construir un nuevo país con otro gobierno».
Agregó Mujica que «los amigos que están en el campo del abstencionismo (en referencia a AD, PJ, VP y UNT) deben reflexionar sobre lo que significa ese error que ya en el pasado se ha cometido en Venezuela» de que la oposición no acuda a unas elecciones, en este caso las Mega-Elecciones del 20 de mayo.
En el caso de Copei, su presidente Pedro Urrieta, anunció que impugnará la incorporación de ese partido de la derecha, en la postulación de Falcón, por no haber sido aprobado por las autoridades de esa organización.
En Copei existe una disputa legal entre autoridades de este partido. En noviembre del 2017 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), máxima instancia judicial del país, emitió una decisión que solamente el dirigente Miguel Salazar, está autorizado para postular candidatos ante el CNE, luego de una impugnación introducida por este político en contra de los otros dirigentes de Copei, partido gobernó en Venezuela junto con AD entre 1958 y 1998, antes de que Hugo Chávez llegara a la presidencia de la República. Salazar respalda a Falcón.
El candidato presidencial de oposición, Henri Falcón, desde el 2000 hasta este 2017, fue dos veces gobernador del estado Lara y alcalde de la capital de esa región, Barquisimeto, ciudad ubicada a 350 kilómetros de Caracas, la capital venezolana.
Si bien su carrera política la inició en el “portaviones” electoral Hugo Chávez, también es cierto que su última reelección como gobernador en el 2012 la hizo desde las filas de la oposición.
Falcón, que jamás había sido derrotado electoralmente desde el 2000, perdió en los últimos sufragios de gobernadores, los del 15 de octubre de 2017, frente a la candidata de Nicolás Maduro, la exministra para la Defensa, la almiranta retirada Carmen Meléndez.
Henri Falcón siempre ha tenido aspiraciones presidenciales. La posición abstencionistas de la Mud lo ha puestos en un lugar que siempre aspiró, en el camino de Miraflores, la casa de gobierno de Venezuela.