El Comité Nacional de Paro (CNP), uno de los promotores de las protestas que comenzaron el pasado 28 de abril, convocó a una nueva «gran movilización» para el próximo 19 de mayo en rechazo a la brutalidad policial y las políticas del Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque.
Ese organismo, conformado por centrales obreras y sindicatos, hizo la convocatoria en la víspera del inicio de las negociaciones con el Gobierno colombiano, programadas para este domingo en Bogotá con el objetivo de tratar los temas que dieron origen a las manifestaciones que han dejado más de 40 muertos, reseñó la agencia EFE.
«Convocamos para el próximo miércoles 19 de mayo a una gran movilización, pacífica. Todas y todos a la calle, con nuestra bandera y la cacerola, con estricto cumplimiento de las normas de bioseguridad», expresó el CNP en un comunicado.
Negociaciones con el Gobierno
El Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, aseguró a periodistas que el Gobierno «saluda la voluntad del Comité Nacional del Paro de comenzar la mesa de negociaciones».
Las protestas, que iniciaron el pasado 28 de abril, han cobrado 42 víctimas mortales, según lo informado a la Defensoría del Pueblo.
Si bien es cierto que el Gobierno ya retiró la reforma fiscal, las protestas encajan una serie de exigencias que el Comité Nacional de Paro resume así: retiro del proyecto de la reforma a la salud, que contempla privatizaciones, y fortalecimiento de una masiva vacunación, renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual y defensa de la producción nacional.
Sin embargo, muchas personas que están en las calles dicen que el CNP no las representa, a lo que ese organismo respondió hoy diciendo que no pretende «asumir la vocería de toda la ciudadanía que se encuentra movilizada desde el pasado 28 de abril».
«El Comité Nacional de Paro articula 26 sectores sociales del nivel nacional, 29 comités departamentales y más de 300 comités municipales. Reconocemos que otros sectores sociales y de la ciudadanía se han sumado a la convocatoria de Paro Nacional», expresó el CNP.
En ese sentido, los representantes de este organismo acuden a la mesa de negociación con el Gobierno con la mirada puesta en lograr compromisos «para el cese de la violencia y el ejercicio libre de la protesta».
«Aspiramos a que el Gobierno entienda la complejidad y se comprometa de manera seria y vinculante, a detener la violencia y a abrir los diversos procesos de negociación», apostilló el Comité.
Según los registros de la ONG Temblores, durante las protestas han ocurrido 39 homicidios presuntamente cometidos por miembros de la fuerza pública y al menos 362 casos de violencia física, que incluyen 30 agresiones oculares, así como 16 casos de violencia sexual.
Protestas cumplen una veintena de días
Las marchas en Colombia que reclaman reformas sociales, políticas y el fin de la brutalidad policial llegaron a la jornada 20 en medio de las expectativas por el inicio de las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el Comité Nacional de Paro.
La jornada del pasado sábado transcurrió en calma en varias ciudades del país y con los ojos puestos en Jamundí, en el departamento agroindustrial del Valle del Cauca, en donde una turba quemó la sede de la Alcaldía y del Concejo Municipal.
También se sigue de cerca la situación de Popayán, capital del convulso departamento del Cauca, vecino del Valle del Cauca, en donde el viernes en la noche y la madrugada del sábado hubo enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública, que dejó un joven muerto y otras 40 personas heridas.
Los manifestantes también incendiaron una sede regional de la Fiscalía y una instalación de medicina legal.
Las multitudinarias manifestaciones contra Duque, que comenzaron el pasado 28 de abril, se han cobrado la vida de 42 personas (41 civiles y un policía), en hechos marcados por la brutalidad policial y por el vandalismo.
Madrugada violenta en el suroeste
El ministro de Defensa, Diego Molano, dijo que detrás de los ataques y la destrucción de las sedes de Fiscalía y de medicina legal en Popayán, están las disidencias de las FARC.
Molano, que encabezó un consejo de seguridad en esa ciudad, informó, además, de que fueron robadas de la sede de la Fiscalía local, 51 armas de fuego, entre ellas 15 fusiles que estaban en el armerillo.
Además, la Fiscalía señaló que en medio de los desmanes, fueron incendiados nueve vehículos, seis motocicletas y decenas de equipos de cómputo e impresoras.
Además hurtaron cocaína y marihuana que habían sido incautadas en operativos contra el tráfico de estupefacientes.
No más represión a la protesta
Las protestas contra el Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, buscan cambios en la política social y económica, al igual que cese la brutalidad policial contra las marchas.
La mayor concentración se registró en Bogotá en donde cientos de personas, la mayoría jóvenes, llegaron desde diferentes puntos de la ciudad hasta Los Héroes, un monumento dedicado a la memoria de los soldados de los diferentes ejércitos que participaron en la independencia de los países bolivarianos.
«Vivir en la tierra más rica y ver el poder en los cerebros más pobres», «no más represión a la protesta» y «queremos educación sin hipotecas», se leía en pancartas que los manifestantes llevaban consigo.
Además, fueron frecuentes los actos circenses y las batucadas y otras demostraciones artísticas que adornaron los plantones en Cúcuta, Pasto y Bucaramanga. En esta última hubo una pequeña manifestación que rechazó el ataque a piedra contra un Comando de Atención Inmediata (CAI), de la Policía.
En Medellín primó el encuentro de jóvenes en parques y sus actividades se circunscribieron a actos culturales y musicales que no ocasionaron ningún contratiempo.
También hubo plantones en el viaducto que comunica a Pereira, capital del departamento de Risaralda, con la vecina Dosquebradas, en donde el pasado 5 de este mes el estudiante Lucas Villa recibió ocho disparos cuando participaba en una protesta pacífica.
En otras ciudades como Cali y Barranquilla la jornada transcurrió tranquila porque no hubo manifestaciones. Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, ha sido la ciudad más afectada por las protestas.