Una declaración del encuentro señala que el gobierno peruano debe investigar esas acciones, reveladas por una agencia estadounidense de noticias y consistente en reclutar jóvenes peruanos y enviarlos en misión subversiva a Cuba.
Señala que el uso de jóvenes mercenarios latinoamericanos, entre ellos peruanos, tiene como cobertura una serie de programas cívicos y de prevención de salud y buscan crear situaciones desestabilizadoras en Cuba.
El pronunciamiento exige la expulsión de Usaid -que ha sido echada de países como Bolivia y Ecuador por actividades injerencistas- por su actividad intervencionista, que viola la Constitución y la soberanía peruana y atenta contra la libre determinación de los pueblos.
Exige igualmente al ministro de Educación, Jaime Saavedra, que separe de inmediato a su asesor Felipe Valencia Dongo, quien fue uno de los jóvenes reclutados y viajó a la isla en misión subversiva y fracasada.
Señala que Valencia Dongo participó en el programa «jóvenes viajeros», enmascaramiento de lo que en realidad es una operación que busca reclutar entrenar y manipular a la juventud cubana, con fines contrarrevolucionarios.
El hecho se suma, añade, a los ataques sistemáticos sugridos por la revolución cubana desde 1959, que han incluido acciones terroristas y de sabotaje, contra la soberanía nacional y de la voluntad expresa del pueblo cubano de perfeccionar su modelo económico y social, y consolidar su democracia socialista.
Condena por otra parte la campaña de la prensa conservadora, de mentiras y odio contra Cuba, intensificada justo cuando se reveló el caso citado.
De otro lado, el pronunciamiento condena la acción militar genocida de Israel que ha asesinado a más de dos mil palestinos y respalda a Venezuela frente a las acciones desestabilizadoras de Estados Unidos y la extrema derecha.
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