“La derecha sigue moviendo sus piezas en el ajedrez internacional, con el objetivo de arrasar con cualquier vestigio de gobiernos progresistas y populares en la región”, manifestó Gilberto Giménez Prieto, presidente del partido Movimiento Electoral del Pueblo de Venezuela.
El dirigente político venezolano advierte que organizaciones empresariales de la nación nicaragüense cuentan con el apoyo de potencias extranjeras, quienes financias las protestas y están empeñadas en derrocar al Gobierno de Daniel Ortega y la revolución sandinista.
Cuestionó que los medios de comunicación hayan difundido que las acciones violentas de calle se deben a «una presunta pérdida de apoyo popular» a Ortega.
“Todas estas acciones de violencia están dirigidas por la corporación empresarial, con el apoyo de los partidos de derecha, partidos opositores al sandinismo y la Conferencia Episcopal nicaraguense”, sostuvo el vocero del MEP.
Giménez Prieto destacó que las guarimbas en el territorio nicaragüense poseen el mismo paquete a los hechos ocurridos en Venezuela entre abril y julio del 2017, donde fueron asesinadas 121 personas, mientras otras 1.958 resultaron heridas.
Las protestas se originaron supuestamente contra la reforma del sistema de pensiones que dirige el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), tras anunciar que serían aumentadas del 6,25% al 7% el aporte de los trabajadores, y del 19% al 21% la cuota de las empresas. Sin embargo, el mandatario Ortega revocó el paquete de reformas este domingo.
La prensa de Nicaragua reportó que grupos desestabilizadores han saqueado varios locales de electrodomésticos como neveras, acondicionadores de aire, televisores, lavadores y las personas sacaban hasta motocicletas. Además han causado daños en instalaciones estatales, como hospitales.
Estos saqueos ocurrieron, a causa de las manifestaciones violentas que iniciaron presuntamente como demanda a la paralización de la reforma del sistema de pensiones del país.
Sin embargo, los nicaragüenses salieron a las calles a defender la paz y exigir que se detengan los vándalos que saqueaban a los negocios locales.