Un estudio publicado este miércoles en la revista científica Science responsabiliza al Gobierno de Brasil por el avance de la pandemia de la COVID-19, que ya ha causado en ese país más de 360.000 muertos y 13 millones de casos.
Según los investigadores, el fracaso en la lucha contra el virus se debió en parte a «una peligrosa combinación de inacción y errores» por parte de la administración de Jair Bolsonaro, entre los cuales menciona el fomento de tratamientos cuyos resultados no están probados y la falta de coordinación nacional entre los diferentes niveles de Gobierno.
«En Brasil, la respuesta federal fue una combinación peligrosa de inacción y errores, incluida la promoción de la cloroquina como tratamiento, a pesar de la falta de evidencia científica«, dice el artículo, que lleva la firma de 10 especialistas de distintas universidades de EE. UU. y la nación sudamericana.
Por otra parte, señalan la necesidad de que el Gobierno nacional tome medidas acordadas con las administraciones departamentales para evitar la propagación del virus en el territorio. Este fue un tema que siempre estuvo en tensión en Brasil, ya que Bolsonaro enfrentó a los gobernadores que implementaron cuarentenas en sus estados.
«Está muy claro que en un contexto de extrema desigualdad social, es absolutamente imprescindible que la acción esté coordinada. Y en el caso de Brasil, siguiendo el pacto de salud que se estableció con el Sistema Único de Salud (SUS). Las medidas deben coordinarse de tal manera que los municipios puedan implementar un plan nacional, con el apoyo del Gobierno estatal y federal», advirtió la investigadora Marcia Castro, profesora de la escuela de políticas públicas de la Universidad de Harvard.
«Una crisis humanitaria prevenible»
Para Castro, esa falta de alineación política obstaculizó la lucha contra la pandemia en Brasil, y de continuar en el mismo sentido, facilitará la aparición de nuevas variantes, aislando aún más al país como una amenaza para la salud mundial, y «conducirá a una crisis humanitaria completamente prevenible«.
«Los indicadores de agrupamiento, trayectorias, velocidad e intensidad del movimiento del COVID-19 hacia áreas del interior, combinados con índices de medidas políticas, muestran que si bien ninguna narrativa única explica la diversidad en la propagación, una falla general en la implementación rápida, coordinada y de respuestas equitativas en un contexto de marcadas desigualdades locales, impulsaron la propagación de la enfermedad», analizan los autores.
Y alertan que la situación podría tornarse más complicada: «Esto dio lugar a cargas elevadas y desiguales de infección y mortalidad. Con un aumento actual de casos y muertes y algunas variantes de preocupación en circulación, la falta de mitigación de la propagación podría agravar aún más la carga«.
A pesar de que el agravamiento de la crisis sanitaria parece no tener freno, el presidente Bolsonaro continúa firme en su postura de no implementar restricciones de circulación para no afectar la economía.
Este miércoles, el mandatario dijo que el país se ha convertido en «un barril de pólvora» por las medidas de aislamiento adoptadas por algunos de los gobernadores y alcaldes de los estados para frenar el coronavirus.
«Brasil está al límite. Estoy esperando que la gente dé una señal porque el hambre, la miseria y el desempleo están ahí. No lo ven quienes no quieren verlo», espetó a sus seguidores en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial.
Fuente: Actualidad RT