En una rueda de prensa, el mandatario depuesto dijo que su único » gran delito» es ser indígena
El presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, ofreció una conferencia desde México, país al que llegó el martes como asilado político, en la que acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de estar al servicio de EE. UU.
«La OEA no está al servicio de los pueblos latinoamericanos y menos de los movimientos sociales, está al servicio del imperio norteamericano», afirmó durante la rueda de prensa, en la que sugirió que debería llamarse «‘Organización de Estados del Norte’, y no de América».
La OEA concluyó el 10 de noviembre que hubo «irregularidades en el proceso electoral» el 20 de octubre en Bolivia, e instó a repetir las elecciones.
El político, de 60 años, explicó que la cancillería acordó con la organización sacar un informe oficial el 13 de noviembre, pero que sorpresivamente el domingo, día 10, se les anunció que «iban a comunicar uno preliminar».
En dicho informe, comentó, «predominaba la interpretación», y «deberían haber dicho que hubiese segunda vuelta y no recomendar nuevas elecciones».
«La OEA decidió una posición política y no técnica, ni jurídica», sentenció Morales, quien, según dijo, quiso advertir al secretario general de la organización, Luis Almagro, que iban a provocar «una matanza en Bolivia».
El mismo día en el que la OEA publicó el informe, Morales anunció la convocatoria de nuevas elecciones. No obstante, el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia le pidieron que dimitiera, bajo el supuesto argumento de buscar la estabilización de la nación. Morales presentó su renuncia forzada el domingo para evitar una escalada de violencia.
«Se confirma el golpe de Estado»
Respecto a la autoproclamación de la legisladora opositora, Jeanine Áñez, como mandataria interina del país andino, Morales sostuvo que con ello se confirma el golpe de Estado y pidió al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia que cumpla con la legalidad.
Áñez se autoproclamó presidenta provisional en una sesión legislativa sin quórum el martes en el Senado. El TCP, así como las Fuerzas Armadas, lideradas por William Kalimán, el militar que instó a Morales a renunciar, la reconocieron. De hecho, fue el propio Kalimán quien le impuso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando.
La Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, bastión de Morales, no reconoció la autoproclamación de Áñez. «Nos declaramos en movilización nacional en contra del golpe de Estado que se ha perpetrado en nuestro país», anunció.
«Estamos dispuestos a volver»
«Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver para apaciguar», dijo Morales, para quien «la única forma de parar esta situación es con un diálogo nacional». Y añadió: «vamos a volver tarde o temprano. Mejor lo antes posible para pacificar Bolivia».
«A los comandantes: no se manchen con la sangre del pueblo», advirtió.
Según la Fiscalía General de Bolivia, siete personas han muerto en estos días de conflicto social que atraviesa el país. La mayoría de las víctimas fallecieron por proyectil de arma de fuego.
El mandatario depuesto, que enfatizó en su alocución que nunca en su vida pidió a instituciones y autoridades que hiciesen algo ilegal, volvió a destacar que su gran delito es ser indígena.
«No podía entender cómo mis comandantes pudieron tener esa deslealtad. Eso confirma que mi gran delito es ser indígena», subrayó.
Fuente: RT