El expresidente de Bolivia y líder indígena, Evo Morales, indicó este sábado que tiene previsto regresar a la nación el próximo lunes 9 de noviembre, un día después de que asuma la presidencia Luis Arce.
De acuerdo con medios internacionales, Morales indicó que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, lo acompañará en el cruce de la frontera «por una cuestión de seguridad».
«Espero que no haya problemas jurídicos», enfatizó Morales, quien agradeció a Fernández que lo recibiera, tras el golpe de Estado perpetrado en su contra en noviembre del año pasado.
Se prevé que el expresidente boliviano recorra varios pueblos de la nación andina hasta llegar a Chimoré, Chochabamba, donde se establecerá.
Cabe destacar que el expresidente Morales – quien se vio forzado a renunciar tras el golpe de Estado perpetrado en su contra – tenía una orden de detención en su contra por presunto terrorismo, no obstante, fue anulada por la Justicia.
El líder indígena dijo que este domingo viajará desde Buenos Aires hasta la norteña provincia de Jujuy, fronteriza con Bolivia y a 1.500 kilómetros al noroeste de la capital argentina.
El exmandatario irá hasta la ciudad jujeña de La Quiaca, donde se encuentra el paso internacional hacia la localidad boliviana de Villazón. «Pasado mañana (lunes), en la mañana, estoy cruzando la frontera. Espero que no haya problemas jurídicos», señaló.
Morales dejó Bolivia el 11 de noviembre del año pasado, estuvo un mes en México y el 12 de diciembre, dos días después de que Alberto Fernández asumiera la Presidencia de Argentina, viajó a Buenos Aires.
«Parte de mi vida queda en Argentina», aseguró Morales, quien agradeció la «solidaridad» y el «cariño» recibidos en este país.
Morales reiteró su felicitación a Luis ‘Lucho’ Arce, quien venció en los comicios del pasado 18 de octubre con el 55,1 % de los sufragios y asumirá la Presidencia este domingo.
El exmandatario señaló que el resultado de las recientes elecciones son » la mejor prueba de que no hubo fraude» en los comicios de 2019.
Insistió en acusar a los Estados Unidos de estar detrás del «golpe» de Estado en su contra y de incluso intentar hasta último momento que Arce no asuma el poder. «Algo que el Gobierno de Estados Unidos ha conseguido: que Evo no sea presidente por cinco años más y destrozar la economía nacional. Pero no ha podido conseguir la proscripción del MAS. El plan que tenía Estados Unidos y sus sumisos en Bolivia era eliminar al MAS», aseveró.