En la madrugada de este martes el expresidente de Bolivia, Evo Morales, despegó desde la Asunción, Paraguay, con destino a México en una avioneta del Ejército azteca después que este gobierno le ofreciera asilo político tras el golpe de Estado que sufriera el pasado domingo.
Según el diario Noventa Grados, el exmandatario arribó a México acompañado del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.
Según los datos del portal RadarBox24, la aeronave Gulfstream Aerospace GV-SP (G550) con matrícula FAM-3916 hizo una escala en Asunción y luego despegó avanzando hacia el espacio aéreo de Brasil, reseña la agencia Sputnik.
«El avión de la Fuerza Aérea Mexicana que traía al expresidente Evo Morales, aterrizó a nuestro país a las 1:35 (GMT-3) de la madrugada. Despegó nuevamente a las 04:56 (…) No tuvimos el placer de ver al presidente Morales. Ni él ni ningún miembro de la tripulación pretendía bajar», dijo el director nacional de la Aeronáutica Civil de Paraguay, Édgar Melgarejo, citado por la emisora Universo 970 AM.
Melgarejo señaló que «la aeronave hizo una escala técnica para reabastecerse de combustible y de comida, de bebidas, y después estuvo en la plataforma militar el tiempo necesario para conseguir las pertinentes autorizaciones».
La carga de combustible, según él, se prolongó por media hora.
«Es habitual que tarde este tiempo para que uno o los demás países autoricen», indicó.
A la pregunta de por qué el avión bajó hasta Asunción en vez de tomar rumbo a México, respondió que «tenían premura por abandonar el suelo, el espacio aéreo boliviano», reseña la agencia Sputnik.
En declaraciones a la emisora Monumental AM 1080 Melgarejo señaló que «el vicepresidente dijo que Evo no iba a bajar porque estaba descansando».
Melgarejo agregó que antes de salir la aeronave con Morales de Asunción, «la última autorización que se estaba esperando era de Ecuador, estuvieron esperando lo necesario».
Morales en la noche de este lunes informó a través de su cuenta en Twitter que partía al país azteca pero prometió regresar «con más fuerza y energía»
Este lunes, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador informó que había otorgado asilo político a Morales, ante el riesgo que corre su vida en Bolivia, después de varios hechos de violencia cometidos contra el mandatario depuesto y su familia por grupos opositores.
“La cancillería mexicana, previa consulta con la Secretaría de Gobernación, ha decidido concederle asilo político por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que se enfrenta en Bolivia, en donde su vida e integridad corren riesgo”, informó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, durante una conferencia de prensa.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, publicó hace 7 horas en su cuenta Twitter que Morales ya estaba a bordo del avión mexicano. «Su vida e integridad están a salvo».
Desde el pasado 20 de octubre Bolivia atraviesa una crisis políticas después que Evo Morales resultara ganador para el cuarto mandato presidencial. La oposición desconoció los resultados y llamó a la población a las calles desatando una ola de violencia en el país.
El Gobierno aceptó que la OEA y otras delegaciones practicaran auditoría con el fin de calmar a la población. No obstante, el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia pidieron al mandatario que dimitiera para buscar la estabilización de la nación.
Morales dimitió para que, según dijo, quien fue candidato de la alianza Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, y el jefe opositor del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, “no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales”, para que “no sigan quemando las casas” de funcionarios públicos y para que dejen de “secuestrar y maltratar” a los familiares de los líderes indígenas.
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