El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció hoy que los países que causan guerras e invaden a otras naciones son los que después construyen muros para rechazar a los inmigrantes que escapan de esa dramática realidad.
«Los mismos países que provocan las guerras o alimentan los conflictos son los que cierran las puertas y construyen muros para impedir que las personas que huyan de esas guerras militares y económicas puedan encontrar un lugar seguro», criticó Morales, durante la inauguración de la Conferencia Mundial de los Pueblos.
La conferencia «Por un mundo sin muros» se celebra en la localidad boliviana de Tiquipaya (centro) con la asistencia del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y de los exmandatarios de Ecuador Rafael Correa y de Colombia Ernesto Samper, entre otras personalidades.
Morales también enfatizó que «la migración no es culpable de la inseguridad» y que «la invasión colonial y la desesperanza» son las culpables «del pánico mundial».
Abogó por la ciudadanía universal en un mundo en el que no haya muros.
«Los muros entre pueblos son un atentado a la humanidad», dijo Morales, quien consideró que las vallas «no protegen, enfrentan» y que «incentivan el miedo, promueven la confrontación y el racismo».
En el Día Mundial del Refugiado, el mandatario boliviano consideró que «no puede existir en el mundo ningún ser humano ilegal» ni sin comunidad, libertad o ciudadanía.
Y recordó que «65 millones de personas en todo el mundo se han visto forzados a abandonar el país donde vivían».
Además, criticó que se culpabilice a los migrantes de la crisis económica.
«Se nos dice que el migrante quita empleo al trabajador, se nos dice que es el migrante el que pone en riesgo los derechos de los trabajadores, pero ¿quién ocupa los trabajos más duros? ¿quién cuida a los hijos y viejos de Occidente? Son los latinos, los africanos, los asiáticos», aseveró el mandatario boliviano.
Al encuentro acuden delegados de organizaciones internacionales como la Oficina del Alto Comisariado de las Naciones Unidas (Acnur), la Organización Internacional de Migraciones (OIM), un representante del Vaticano y dirigentes de movimientos sociales de varios países.
Morales pidió que en los países ricos no se «chantajee con muros» para reducir los derechos laborales ni se criminalice «para esconder el fracaso de unas políticas económicas devastadoras».
Para esta conferencia, que concluirá mañana, hay acreditados 700 delegados internacionales de más de 30 países de tres continentes y 1.500 nacionales, entre ellos representantes de organizaciones y movimientos sociales indígenas del mundo.