Este jueves el Congreso peruano vota la vacancia del Presidente Pedro Pablo Kuczynski, que en la práctica es la suspensión del cargo y el paso previo a la destitución, a partir de las acusaciones de mentir sobre sus vínculos con la multinacional brasileña Odebrecht, gestora del mayor escándalo de corrupción de América Latina.
“Incapacidad moral” es el cargo por el cual PPK es enjuiciado políticamente, y por el que arriesga su destitución.
La acusación se basa en la revelación de la comisión investigadora que detectó que la consultora privada del Presidente peruano recibió 782.000 dólares en pagos de Odebrecht, cuando era ministro de Gobierno.
En conversación con El Ciudadano, el ex congresista Sergio Tejeda explica que el contexto es complejo para PPK, ya que se encuentra en minoría en el Parlamento frente al fujimorismo, liderado por Keiko Fujimori -hija del ex presidente, Alberto- y lo aumenta la debilidad política en la que se encuentra el mandatario.
«Le han censurado a varios ministros y se ha forzado la renuncia de miembros del gabinete. En una oportunidad, Kuczynski pidió un voto de confianza hacia su gabinete y lo perdió, por lo que tuvo que sacar a todos sus ministros», señala Tejeda para graficar el complejo escenario.
Sobre la posibilidad de que esta crisis política abra un espacio a nuevas fuerzas políticas, el ex congresista es claro en señalar que la actualidad política peruana «está afectando a los partidos tradicionales y que han sido gobierno». En ese sentido, destaca que éstos siguen cuidando su parcela a través de diferentes acciones, como una «propuesta de ley para evitar la participación de nuevos grupos, elevando el número de firmas que requiere una organización política para que pueda inscribirse e incluso se ha llegado al extremo de un requisito de un mínimo de años de funcionamiento de la organización para poder presentarse».
¿Cúal es el contexto de la crisis que se vive?
Esta crisis responde a la debilidad de Pedro Pablo Kuczynski que se expresa en la mayoría parlamentaria del fujimorismo y la confrontación parlamentaria de ambas fuerzas. Hay dos elementos que responden a este escenario: primero, la correlación de fuerzas que existe, donde PPK gana por muy poco y tiene una oposición parlamentaria muy fuerte del fujimorismo; y el otro elemento son las investigaciones del caso de Odebrecht que salpica a toda la clase política.
¿Cómo se hace visible la debilidad de PPK?
Le han censurado a varios ministros y se ha forzado la renuncia de miembros del gabinete. En una oportunidad Kuczynski pidió un voto de confianza hacia su gabinete y lo perdió, por lo que tuvo que sacar a todos sus ministros. Hay una confrontación permanente del fujimorismo y el Gobierno que está desgastando al Presidente.
¿Qué tan fuerte es hoy el fujimorismo en Perú?
Bueno, en el Parlamento tienen 71 de 130 parlamentarios, que sumados a los 6 del APRA (partido del ex Presidente Alan García, también investigado por Odebrecht) tienen mayoría absoluta. Entre el APRA y el fujimorismo hay una alianza de más de una década, por lo que tienen la capacidad, tienen los votos, para oponerse al Gobierno. Ahora Keiko Fujimori se encuentra cuestionada por una serie de investigaciones y, según las encuestas, sólo marca el 27%, encabezando la medición aunque con menos apoyo. Un punto importante es decir que las investigaciones contra Alan García y Keiko Fujimori por el caso Odebrecht van muy avanzadas.
Un hecho particular de lo que pasa en Perú es que los últimos cinco presidentes se encuentran investigados por el caso Odebrecht. ¿Cómo se analiza esta situación entre la ciudadanía?
Exactamente. Odebrecht se encuentra instalado en Perú desde el primer gobierno de Alan García, en los ’80, y al parecer desde entonces hubo prácticas de corrupción. Los ex presidentes Toledo, García y Humala -que se encuentra en prisión preventiva- son los que más involucrados se encuentran, y ahora se suma PPK. Este tema está generando un terremoto en el país, por lo que hay un descontento muy fuerte y está la sensación del «que se vayan todos». No se distingue quién es quien en estas investigaciones, todos se encuentran igual de manchados.
¿Cómo entra en este tema la oposición del hoy quebrado Frente Amplio peruano?
Están teniendo posiciones que aún no se aclaran. El Frente Amplio llevó a Verónika Mendoza al tercer lugar de las presidenciales, para luego dividirse en el Parlamento en dos grupos, uno vinculado con la ex candidata que lidera Un Nuevo Perú y otro encabezado por Marco Arana, quien pidió la vacancia de Kuczynski junto con el fujimorismo.
Los escenarios posibles
¿Qué posibilidad tiene PPK de sortear la solicitud de vacancia?
Es pequeña, ya que se necesitan 87 votos y según los cálculos se tendrían los votos exactos. Esto quiere decir que cualquier persona que falte impediría aprobar la vacancia, por lo que esto no está totalmente asegurado.
¿Esta crisis política da espacio para el surgimiento de nuevas fuerzas políticas que le disputen a los partidos tradicionales?
Definitivamente está afectando a los partidos tradicionales y que han sido gobierno, lo que debiera dejar espacio a nuevas fuerzas. Pero también hay un movimiento en el Parlamento para evitar que nuevas fuerzas participen de las elecciones, a través de propuesta de ley para evitar la participación de nuevos grupos, elevando el número de firmas que requiere una organización política para que pueda inscribirse, e incluso se ha llegado al extremo de un requisito de un mínimo de años de funcionamiento de la organización para poder presentarse. Junto con el descrédito, hay un intento para impedir la aparición de nuevas fuerzas.
Cerrar el boliche finalmente
Claro, lo quieren cerrar solo para los partidos cuestionados.
¿Qué escenarios se proyectan a partir de la votación en el Congreso?
Un primer escenario, si se aprueba la vacancia, es que asuma el primer o segundo vicepresidente; de no hacerlo, lo debe hacer el Presidente del Congreso, pero convocando de inmediato a elecciones. Ahora, no está claro que los ministros renuncien, pero habría presión ciudadana ante eso. El segundo escenario, donde PPK no es destituido, sería un duro golpe al fujimorismo y al APRA, reconfigurando las fuerzas si es que el Presidente tiene habilidad para conducir este proceso.