Fidel Castro y Lula da Silva los ideólogos del Foro de Sao Paulo

Ambos líderes regionales supieron amalgamar en un Foro el mosaico ideológico de las mismas involucrando amplios debates sobre la situación política mundial Todo proceso de transformación y cambios tienen su génesis en el pensamiento

Fidel Castro y Lula da Silva los ideólogos del Foro de Sao Paulo

Autor: Victor Lara

Ambos líderes regionales supieron amalgamar en un Foro el mosaico ideológico de las mismas involucrando amplios debates sobre la situación política mundial


Todo proceso de transformación y cambios tienen su génesis en el pensamiento. Una idea es la chispa que puede encender la llama que irradie la conciencia colectiva para lograr dinamizar las luchas de los pueblos.

Esto fue lo que exactamente dos grandes de la región latinoamericana, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro y el luchador político, social y obrerista de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva; hicieron cuando decidieron crear el Foro de Sao Paulo, una instancia política para la lucha contra el neoliberalismo.

El mayor encuentro de movimientos sociales y políticos de América Latina y El Caribe no tuvo mejores padres que estos dos líderes regionales, quienes supieron amalgamar en un Foro el mosaico ideológico de las mismas involucrando amplios debates sobre la situación política mundial.

Fidel Castro y la Revolución Cubana parecían, para 1990 cuando se creó este espacio; los únicos capaces de levantar la bandera del Socialismo, ya que ni la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas podían seguir por este camino.

Contrariamente se levantaba en el mundo el camino del neoliberalismo, impulsado por gobiernos aliados del hegemón Estados Unidos. El «nuevo orden mundial» estaba andando y la Revolución de los barbudos en la mayor de las antillas era puesta en el ojo del huracán, con la finalidad de que no quedara ningún rastro de pensamiento marxista en el planeta.

Conciencia en favor de la unidad

Sin embargo, los poderes trasnacionales concentraron sus fuerzas en destruir los Gobiernos, en nuestro continente sabemos mucho de eso. No pocos fueron los intentos en la región para la toma del poder, en algunos casos se pudo, pero no duraron.

“Fui parte de esa generación que a partir del año 1959 (año en que la Revolución toma el poder en Cuba) miró la transformación que se había producido en esta pequeña isla que iluminó a todo un continente y demostró que era posible instaurar el socialismo”, recordaba la ex mandataria brasileña Dilma Rouseff durante la clausura del XXIV Encuentro del Foro que sesionó en La Habana.

Y es que esa iluminación de la que hablaba Rouseff era simplemente un faro para aquellos quienes soñaban con un mundo distinto al que hasta ese momento se venía construyendo en occidente. Sin embargo, para lograrlo, se debería trabajar en algo esencial, la unidad de América Latina y El Caribe.

Esto lo sabía Fidel Castro, quien como buen estudioso de los procesos emanicipadores que nos quitaron las cadenas del imperio español, gracias a gestas como las de Simón Bolívar en América del Sur y José Martí en Cuba; se debía lograr esta conexión para lograr las transformaciones que nos llevaran a construir nuevas formas políticas que favorecieran a las grandes mayorías.

«Que menos podemos hacer nosotros y que menos puede hacer la izquierda en América Latina que crear una conciencia en favor de la unidad. Eso debiera estar inscrito en las banderas de la izquierda: con socialismo y sin socialismo«, expresaba Castro en el acto de clausura del IV Encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado en La Habana en 1993.

Y es que para el líder revolucionario la unidad transversalizaba la lucha ideológica de los pueblos en cada uno de los países de la región, debido a que el Capitalismo era la ideología que habían adoptado la mayoría de los gobiernos de la región que seguían fielmente lo mandatos de Washington.

«Jamás me callarán»

Sin embargo, a pesar de que que este proceso de transformación y de cambios realmente vio sus frutos en la primera década del siglo XXI con la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, los Kirchner​ en Argentina y el propio Lula en Brasil, así como otras experiencia en varios países; la unidad de la que hablaba Fidel Castro no se ha podido concretar del todo.

Ya Lula Da Silva, alertaba en el primer encuentro de 1990, cuando sólo eran dirigentes de partidos políticos, que las izquierdas en la región tenían responsabilidad en como se desarrollaban los procesos democráticos en el continente, debido a los desaciertos que se tenían.

En una carta enviada por Lula a la XXIV edición del Encuentro, Lula recuerda como a pesar de las grandes transformaciones que vivieron nuestros pueblos con la llegada de gobiernos progresistas, los cuales intentaron acabar con la desigualdad reinante, se cometió el error de subestimar a las élites quienes no quieren favorecer a las grandes mayorías.

«Tal vez hayamos subestimado esta intolerancia y la disposición de las élites a enfrentarnos a cualquier costo y por cualquier medio, incluso los golpes de Estado, como asistimos en Honduras, Paraguay y Brasil», dijo Lula en una misiva desde la cárcel donde se encuentra actualmente recluido por un proceso judicial que se ha tildado de fraudulento y se ha denunciado como judicialización de la política para no permitir el avance de líderes progresistas al poder.

Superar las dificultades

«Las dificultades que enfrentamos hoy más que nunca requieren la presencia, las posiciones y acciones del Foro de Sao Paulo», acotaba el dirigente político en la misiva, donde llamaba a la discusión de la coyuntura mundial y la apertura de la izquierda a siempre discutir con los pueblos, como único camino para superar cualquier dificultad.

» La defensa de la integración latinoamericana, no solo como una herencia de las ideas progresistas de varias épocas, es más necesaria que nunca como un factor desarrollo y de enfrentamiento a la crisis económica«, acotaba el dirigente.

Es así, como estos dos líderes, desde la fundación de este Foro, siguen levantando las mismas banderas: la lucha anti imperialista.

Ya Fidel no está de cuerpo presente pero sus ideas resuenan en cada una de las luchas libertarias, mientras que Lula, a pesar de los años y la privación de la libertad, sigue levantando la bandera del socialismo y la unión Latinoamericana y Caribeña.

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