El Instituto Smithsoniano, fundado en 1846, a través del Museo Nacional de Historia, estaría ejecutando los procesos exploratorios para adquirir los dibujos de los pequeños para exponerlos en Washington
El efecto psicológico que enfrentan los niños migrantes que son encarcelados en Estados Unidos queda en evidencia a la hora de pedirles que hagan un dibujo.
Mucho se ha discutido del alcance negativo que se produce en los pequeños que les toca vivir esa penosa experiencia, luego de caminatas con condiciones atmosféricas difíciles, persecuciones por parte de autoridades fronterizas, pernoctar en espacios en los que sienten la inseguridad y el miedo que sienten sus padres.
La presidenta de la Academia Americana de Pediatría, Sara Goza, fue entrevistada por CBS This Morning, tras visitar el Centro de Procesamiento Central de la Patrulla Fronteriza en McAllen Texas (EE. UU.), conocido como Ursula, en los que se encuentran niños, jóvenes y adultos migrantes. En el espacio televisivo destacó que las condiciones y el espacio observado «no son lugares para niños».
«Cuando abrí la puerta, lo primero que nos golpeó fue un olor”, dijo Goza. “Era un olor a sudor, orina y heces. Y luego oí un sonido como algo que se arrugaba a mi izquierda, miré hacia allá y había mantas para calentarse y había niños pequeños (…) muchachos no acompañados. No tenían expresiones en sus caras. No hubo risas, ni bromas, ni charlas. Los describo casi como jaulas para perros, con personas en cada uno de ellos«, difundió CNN.
En el programa, Goza presentó dibujos de dos niños -de 10 y 11 años- liberados de la custodia de la Guardia Fronteriza. Las imágenes hablan por si solas: especie de rejas, trazos que simulan personas encerradas, armas de fuego, son los aspectos que denotan el grado de afectación que causa en los pequeños la travesía de llegar a Estados Unidos de manera ilegal.
La especialista manifestó que la estadía en los centros de detención puede ser una experiencia traumática y producir efectos duraderos en los niños, difundió The New York Times.
Galería de los Niños
En tanto, el antiguo Monasterio Benedictino en la ciudad de Tucson (Arizona) se convirtió en un albergue para migrantes. Precisamente, en este espacio se creó un programa para que los pequeños -a través del arte- drenen los miedos. Además, las piezas son exhibidas en un área denominada «Galería de los Niños».
En la imagen se puede percibir cómo un niño guatemalteco -mediante trazos de colores- simula una persona armada que al parecer dispara a otra. Ante esta acción que se percibe utiliza el color rojo para dar la tonalidad de la sangre. Asimismo, agrega a un lado unos carros de la patrulla fronteriza.
Lee James, quien trabajó en una iniciativa similar con refugiados salvadoreños en la década de los ’80, explicó a EFE que los niños que llegan al monasterio solo permanecen en el lugar pocos días, y es poca la ayuda psicológica que se les puede dar, así que utilizan el arte para que hombres, mujeres, niños y jóvenes liberen sus miedos y expresen sus deseos.
En el reportaje de EFE se ofrecen testimonios de niños que se encuentran en el antiguo monasterio, quienes también manifiestan que pintan sus sueños. Ese es el caso de Telesforo Herrera, un joven guatemalteco de 15 años, quien manifestó que pintar lo distrae y le gusta imaginar que muy pronto podrá ir a la escuela en Estados Unidos, estudiar y terminar una carrera.
“Los niños dibujan sus casas, sus animales, lo que dejaron atrás y, sobre todo, sus deseos para el futuro”, declaró James a EFE.
El Museo Nacional de Historia Americana quiere los dibujos
Según medios estadounidenses, el Instituto Smithsoniano, fundado en 1846, a través del Museo Nacional de Historia, estaría ejecutando los procesos exploratorios para adquirir los dibujos de los niños migrantes.
Las notas difunden que un comisario de la institución contactó recientemente a la Academia de Pediatras de Estados Unidos para abordar la posible compra. De ser así, los trazos que reflejan la amarga experiencia de miles de niños inocentes se apreciarían en Washington.
La crítica se ha levantado contra la acción migratoria que emprendió Donald Trump a su llegada a la Casa Blanca. Este 3 de julio, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional reconoció que la política se ha salido de las manos, al aceptar hacinamiento extremo, estancias largas y riesgos para la salud en los centros de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas.
En este sentido, La República difundió que en el documento se señala que en el momento de la visita por parte del inspector había alrededor de 8.000 inmigrantes en las comisarias de la Patrulla Fronteriza, de los cuales unos 3.400 llevaban más de 72 horas y unos 1.500 más de diez días.
Entre los detenidos había 2.669 menores de edad, de los cuales al menos 826 (31 %), había permanecido más del límite de 72 horas establecido en los protocolos.
En los últimos meses, miles de niños y jóvenes han sido separados de sus padres. Especialistas afirman que las consecuencias para los pequeños -a corto, mediano y largo plazo- serán trágicas de no ser tratados.