El Gobierno boliviano ha repudiado los actos de violencia de grupos de choque y ha llamada a esperar con calma los resultados de la auditoría electoral
Grupos violentos de la oposición de Bolivia intentaron llegar al Palacio de Gobierno este jueves, por tercera noche consecutiva, como parte de las protestas por un supuesto fraude electoral del 20 de octubre, del cual no se han presentado pruebas.
La oposición política del país desconoce los resultados electorales que le dieron la victoria al presidente Evo Morales y promovieron protestas violentas que han resultado en ataques a funcionarias públicas, como el secuestro y agresión contra la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, y actos de racismo contra mujeres indígenas campesinas.
Las convocatorias a la violencia fueron hechas por el candidato perdedor de los comicios presidenciales, Carlos Mesa, y el opositor presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
Actualmente se desarrolla en Bolivia una auditoría acta por acta de los resultados electorales del 20 de octubre. Esta es realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) junto a delegaciones de México, Paraguay, Perú y España.
La auditoría demostrará si hubo o no fraude y su resultado deberá ser vinculante para ambas parte, oposición y Gobierno. Sin embargo, los dirigentes Mesa y Camacho no han atendido los llamados a pacificar el país.
Con información de Telesur
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