Tras el cansancio de varios días a pie y la represión de las fuerzas policiales y el Ejército de Guatemala, miles de hondureños emprendieron el camino de vuelta, reportó Prensa Latina.
El kilómetro 177, Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, se convirtió desde el pasado domingo en el epicentro de una nueva crisis humanitaria y lugar donde a fuerza de golpes y gases lacrimógenos, el grueso de la caravana comenzó a desmoronarse.
Otro violento enfrentamiento se registró este lunes con las fuerzas antimotines, acabó con un cierre temporal del transporte de carga en esa zona casi de guerra, ocupada por una marea humana desesperada por llegar a su destino final, Estados Unidos.
Ante una nueva golpiza de las fuerzas castrenses, se vieron obligados a retroceder a la frontera El Florido, por donde mismo ingresaron de forma ilegal el viernes 15 de enero alrededor de nueve mil personas.
Así lo confirmó el Instituto de Migración (IGM) en un parte oficial, en el cual indicaron que del 14 al 18 de enero registraron mil 827 migrantes procedentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, de ellos, mil 401 fueron retornados y 786 remitidos a esa dependencia.
Del total, mil 489 son adultos y 338 menores de edad acompañados, según la dependencia, que negó hasta ahora solicitudes de refugio en territorio nacional.
De acuerdo con el IGM, “las personas están siendo retornadas de manera ordenada y con prioridad para la atención a grupos vulnerables”.
Otros siguen rumbo a la frontera con México, pero podrán avanzar muy poco ante la cantidad de retenes y puestos de control para cerrarles el paso y disuadirlos como consta en el plan interinstitucional montado para enfrentar este nuevo éxodo masivo.
La mayoría de los migrantes entrevistados expresaron su decepción con la forma en que fueron reprimidos, pues ‘no estábamos robando, solo queremos pasar’, dijeron.
En Vado Hondo permanecían unas cuatro mil personas antes del desalojo de la víspera y otras 800 que se dispersaron por un pueblo vecino fueron detectados y devueltos.
El Gobierno de Alejandro Giammattei decretó el jueves último Estado de prevención en siete departamentos, una medida que justificó ante el riesgo de contagios de la Covid-19.
Sin embargo, el exceso de fuerza generó tensiones con Honduras, pues esta le reclamó investigar los hechos y Guatemala la acusó de incumplir acuerdos recientes para contener la caravana anunciada desde inicios de enero. Prensa Latina.