Buenos Aires. La industria de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) de Argentina se contrajo un 30 por ciento interanual en enero como consecuencia de la caída del consumo y de la alta inflación, informó hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
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La entidad, que representa a más de 400 mil pymes del país, advirtió sobre el impacto de la pérdida del poder adquisitivo, con dos meses consecutivos de contracción dentro de la producción manufacturera, confirmando una «tendencia preocupante».
«El sector industrial está sintiendo fuerte el deterioro en el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador. Igualmente, la reducción de la producción suele ser un proceso gradual, ya que implica decisiones sobre inversiones, empleo y otros factores»
CAME
A nivel interanual, las mayores caídas se reportaron en el rubro «papeles e impresiones» con una merma del 41.7 por ciento, «químicos y plásticos» con una contracción del 35,6 por ciento, y «metal, maquinaria y material de transporte» con un descenso del 34,8 por ciento.
Asimismo, el rubro «madera y muebles» cayó un 30.6 por ciento en los últimos 12 meses, el de «alimentos y bebidas» se contrajo un 22 por ciento y el de «textiles e indumentaria» un 18.2 por ciento, detalló la entidad.
Con relación a la industria de alimentos, la CAME informó que se detectaron bajos niveles de inversión, subidas constantes de precios, demoras en las entregas de productos y algunas desvinculaciones de empleos por falta de actividad.
«Hay preocupación en el rubro por la caída en las exportaciones y la pérdida de algunos mercados», señaló la organización empresarial.
Respecto al dato intermensual, la actividad Pyme cayó en enero un 9.1 por ciento en comparación con diciembre pasado, mes en el que ya había registrado una abrupta caída del 31,7 por ciento mensual.
Ante las cifras reportadas, la CAME indicó que «las industrias Pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses».
«La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial»
Foto: X
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