La justicia de Ecuador inició un juicio por presunto peculado en contra del exvicepresidente Jorge Glas, el tercero que afronta tras haber sido condenado antes por asociación ilícita en el caso Odebrecht y por cohecho en el caso Sobornos 2012-2016, informó la Fiscalía General en un comunicado.
«El fiscal general del Estado subrogante, Wilson Toainga, señaló que en este caso probará que los quince procesados adecuaron su conducta al delito de peculado, pues participaron en el contrato mediante el cual se adjudicó la exploración y explotación del campo marginal Singue», establece el comunicado.
Junto con Glas, el exministro de Hidrocarburos, Carlos Pareja; el exministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pastor y una hija de este, Silvana Pastor, son procesados en el caso, que alcanza a un total de once exfuncionarios del Gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Durante la diligencia, el fiscal subrogante alegó que hubo irregularidades en la adjudicación del contrato al consorcio Dygoil Consultora y a la firma Gente Oil Development (DGC), ocasionando un perjuicio de 28,5 millones de dólares al Estado ecuatoriano.
Dicho perjuicio se habría producido al fijar un precio de 33,5 dólares por barril producido sin tomar en cuenta las reservas probadas del hidrocarburo para el campo Singue.
La audiencia de juzgamiento, iniciada este lunes, se convirtió en el tercer juicio que afronta el político.
En diciembre de 2017, Glas fue sentenciado a seis años de cárcel por asociación ilícita por una trama de sobornos en el caso Odebrecht y desde entonces se encuentra en una cárcel de Latacunga (centro).
La segunda sentencia, a ocho años de prisión, fue por el delito de cohecho dentro del caso denominado Sobornos 2012-2016, por una red de corrupción que recibía dinero por parte de empresas privadas para las campañas políticas del partido oficialista Alianza País a cambio de contratos con el Estado.
En tanto, Carlos Pareja guarda prisión en una cárcel de la ciudad de Ambato (centro) por el delito de tráfico de influencias en el caso Petroecuador, por una estructura de sobornos de parte de contratistas a cambio de obras en la Refinería de Esmeraldas (oeste).
Cortesía de Sputnik
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