Instituto de Medicina Nuclear boliviano marca un hito en atención de salud en el continente americano

Cada día, decenas de personas llegan al lugar con la esperanza de encontrar alivio a sus dolencias.

Instituto de Medicina Nuclear boliviano marca un hito en atención de salud en el continente americano

Autor: Félix Eduardo Gutiérrez

La atención a pacientes con cáncer en Bolivia está marcando un hito en el continente americano, con la inauguración en la ciudad de El Alto del Centro de Medicina Nuclear.

En sus primeros días de funcionamiento la institución ha atendido más de 200 personas. Llegan preocupadas y con dolencias porque sufren de cáncer, pero también albergan una esperanza de encontrar cura en este sitio, donde se encuentran las tecnologías más avanzadas del país, según un reporte publicado por Sputnik.

En el centro también se construye un reactor nuclear con tecnología de Rusia, que entrará en funcionamiento el año próximo.

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Pacientes bolivianos acceden a los servicios de salud del Centro de Medicina Nuclear (Foto: WEB)

Su coordinador es Mauricio Nichino, quien se capacitó durante tres años en la Universidad Nacional de Investigación Nuclear de Moscú, Rusia. Explicó que hasta hace 10 días, los pacientes que necesitaban atención de este tipo tenían que irse a otro país, a Argentina o a Chile, siempre y cuando contaran con los recursos para acceder al tratamiento.

En este centro, gracias a la manipulación de isótopos y otros materiales radiactivos, la población accede a diagnóstico, tratamiento y radioterapia. También dispone de un hospital de día, donde se realiza quimioterapia. Tiene capacidad para atender a 120 pacientes a diario.

El Gobierno de Luis Arce realiza tres centros de estas características. El que recién se inauguró está en la ciudad de El Alto, La Paz. Aún restan concluir los de Achumani, en la zona sur de La Paz; y el de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (este). Cada uno tiene un costo de 49,1 millones de dólares. En el centro de El Alto trabajan 44 personas, entre médicos nucleares, licenciados de imagenología, administración de fármacos quimioterápicos, personal de enfermería, anestesistas, administrativos. Todos fueron capacitados por INVAP (Investigaciones Aplicadas), la empresa estatal de Argentina que instaló los equipos.

Durante su recorrido, Nichino permanentemente resaltaba el respeto a las normas de seguridad que imperan en el centro.

En 2016 el presidente Evo Morales (2006-2019) manifestó su decisión de crear la Agencia Boliviana de Energía Nuclear, de quien depende este centro.

Parte de la oposición política de ese momento dio a entender que de realizarse tal plan, era probable que Bolivia tuviera que enfrentar un desastre nuclear de grandes dimensiones, ya que el país hasta ese momento no tenía experiencia en el manejo de tales materiales.

«La mayor susceptibilidad con el tema nuclear está en la radioactividad», advirtió Nichino. Y explicó: «El radiofármaco que se usa en el equipo de tomografía computarizada por emisión de positrones (PET/CT) es Flúor-18. Unido a una molécula de glucosa es FDG [deoxiglucosa marcada con Flúor-18]», que permite ver en detalle el interior del cuerpo.

El flúor tiene en radiactividad de tiempo de vida medio. «Un milicurio es la unidad de actividad radioactiva. El flúor que nos llega tiene una actividad de 100 milicurios. Al tener un tiempo de vida medio, significa que luego de 107 minutos pasa a tener 50 milicurios. Luego de otros 107 baja a 25. Así, al término de seis a ocho horas su radiactividad ha bajado 10 veces su vida media», contó el coordinador del centro.

Al cabo de ese lapso, «estos residuos pueden desecharse como residuos patógenos normales. No va a haber contaminación radiactiva», aseguró.

A este proceso se lo llama «tiempo de decaimiento» y sucede dentro del centro, entre equipos emplomados que evitan la sobreexposición a la radiación. Actualmente el flúor es importado. Pero a partir de junio se prevé que el Centro de Energía Nuclear lo producirá localmente.

Una nueva esperanza

Cada día, decenas de personas llegan a este punto periférico de la ciudad de El Alto, con la esperanza de encontrar alivio a sus dolores. El centro habilitó un número de WhatsApp para que la población realice consultas: es el (+591) 72018874. Allí recibirán guía para llegar a este lugar con los documentos y análisis necesarios.

En el centro podrán consultar a un médico que les aconsejará qué camino seguir y de qué manera pueden ayudar la medicina nuclear.

El tratamiento es gratuito para quienes estén afiliados al Sistema Unico de Salud. También atienden a quienes son parte de alguna de las cajas de salud del país. «Aquí se atienden y pagan los de la caja», comentó Nichino.

El coordinador resaltó la importancia de que los pacientes no interrumpan el tratamiento: «Se debe evitar que el tratamiento de radioterapia pare. El tumor es como una bolita, que al irradiarla se hace más pequeña. Si se deja de irradiar y pasa un tiempo largo, se forma un queloide alrededor del tumor. Esta dureza hace difícil que se siga haciendo más pequeño el tumor».

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