América Latina vive una triste realidad. La leña se ha convertido actualmente en el petróleo de muchos habitantes de esta región, ya que representa una fuente de ingresos económicos para casi el 16% de la población.
Así se desprende de un informe que publicó la oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) en La Habana, Cuba, esta semana.
Dentro de ese porcentaje también se incluye a quienes utilizan leña para cocinar y atender algunas de sus necesidades, en su mayoría, habitantes de los sectores más pobres y vulnerables. «En América Latina ocho millones de personas subsisten con menos de 1,25 dólares al día en los bosques tropicales, sabanas y sus alrededores», refiere el documento.
El texto agrega que en otras zonas del mundo el drama se dispara con un porcentaje más alto de los habitantes que dependen de la leña para subsistir: en África un 63% y en Asia un 38%.
Aunque la participación de América Latina -en el total- global es baja, el 82% de quienes se encuentran bajo la línea de la pobreza en sus zonas rurales viven en bosques tropicales, sabanas y sus alrededores, reseñó Prensa Latina.
Por tanto, la FAO alerta sobre los peligros de la deforestación que está detrás de estas cifras, exhortando nuevamente al cuidado de los bosques para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Solo en el año 2017, por mencionar un caso, Colombia perdió 219.973 hectáreas de bosques, principalmente en la región de la Amazonía.