El 1º de diciembre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumirá -de manera oficial- la Presidencia de México. Su llegada al poder ha generado nerviosismo por parte de los monopolios empresariales y financieros internacionales, gracias a una serie de medidas económicas que apuntan a la regulación de los mercados, la lucha contra la corrupción y la distribución de las riquezas que se producen en el país.
Este lunes, 26 de noviembre de 2018, a tan sólo seis días de la asunción de AMLO, se dio inicio al hostigamiento comunicacional contra la próxima gestión de López Obrador.
El primer disparo lo efectuó el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), medio perteneciente a las empresas Dow Jones & Company de News Corporation, al publicar un extenso trabajo titulado: «AMLO está espantando a los inversionistas extranjeros».
En ese artículo el WSJ se critican las posibles medidas que podría tomar el futuro presidente de México, siguiendo la línea discursiva desplegada desde el mundo empresarial mexicano que lo califican de «populista autoritario».
La anticipación de los sectores controladores del capital para dificultar la futura gestión de AMLO, es una reacción a la casi segura cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), una mega construcción que ha sido calificada por el Presidente electo como un proyecto que genera gastos exorbitantes e incluso posibles delitos vinculados a malversación de fondos, corrupción y tráfico de influencias.
Otra de las razones para antagonizar la gestión López Obrador es su propuesta de promulgar una ley para eliminar las comisiones de los bancos a los usuarios, medida que dejaría a los bancos y organismos intermediarios sin percibir sumas millonarias. En el fondo, el nuevo presidente mexicano está apagando la música y nadie quiere que termine la fiesta.
Al respecto el WSJ indica que -desde la cancelación del Aeropuerto Internacional- el peso mexicano se encuentra entre las monedas que han perdido más valor, al caer más de 5% con respecto al dólar.
«Ha sido como un balde de agua fría para quienes pensaron que AMLO iba a ser un gobernante pragmático», dijo Marco Oviedo, jefe economista de Barclays en América Latina, citado por el referido medio estadounidense.
Acota el medio norteamericano que cuando AMLO comenzó a divulgar algunas de las medidas que aplicará como mandatario, «algunos de los principales líderes empresariales de México comenzaron a ver al político como un populista autoritario que ejercerá una fuerte intervención del Estado en la economía mexicana».
El meganegocio del NAIM que provocó el odio de los empresarios contra AMLO
Un trabajo especial divulgado por el portal proceso.com.mx indica como la cancelación de las obras en el aeropuerto de NAIM ha originado la ira de las corporaciones empresariales que tienen intereses económicos en este proyecto. Son los mismos «apellidos de siempre: Slim, Salinas, Hank…»
«Los miles de millones de pesos que está costando el Nuevo Aeropuerto Internacional de México quedan en manos de las familias de siempre. Parientes de Carlos Slim, de Carlos Salinas de Gortari y de Armando Hinojosa, así como empresas de Hank Rhon y de Bernardo Quintana, han firmado la mayoría de los contratos (…) incluso hay un par de sorpresas: también participan la Sedena, convertida en contratista, y la compañía responsable del socavón del Paso Exprés, que le costó la vida a dos personas», explica el referido medio.
Por ejemplo, en el proyecto está involucrado el arquitecto Fernando Romero Havaux, esposo de Soumaya Slim Domit, hija del hombre más rico de Latinoamérica, quien «cobró 2.692 millones 364.464 pesos mexicanos por “la elaboración de proyectos ejecutivos que permitan la construcción del Edificio Terminal de pasajeros, vialidades de acceso y estacionamientos y Torre de Control y Centros de Control de Operaciones” del NAIM.
El contrato de Romero Havaux es uno de los 92 enmarcados en el rubro de “servicios relacionados” y la firma se realizó con el despacho FP-Free, S de RL de CV, en convenio con Servicios Smart Free a tu Nivel, SA de CV (FR-EE) y Havaux y Foster + Partners Limited, según detalla la propia página en internet del NAIM (www.aeropuerto.gob.mx).
«El yerno de Carlos Slim hizo un cobro similar al de la empresa estadounidense Parsons International Limited, la cual se encargó de realizar la ‘gerencia del proyecto para atender la demanda de servicios aeroportuarios en el centro del país’, por un monto de 2.692 millones 314.541 pesos», explica Proceso.
Los tentáculos de Slim en todos los negocios
Explica el reportaje divulgado por Proceso, que los vínculos de Carlos Slim no sólo estuvieron presentes en la concepción del megaproyecto aeroportuario sino también en el proceso de construcción y en el finiquito de la obra, al menos eso esperaba el magnate mexicano.
«Se trata de la máxima obra de construcción del Edificio Terminal. Según el contrato respectivo, será por 84.828 millones 377.320 pesos, con una duración del 13 de febrero de 2017 al 20 de octubre de 2020. Pero hay que aclarar que Slim no va solo en esta megaobra: lo acompaña Hipólito Gerard Rivero, cuñado de su viejo conocido –quien le entregó Teléfonos de México durante su sexenio– Carlos Salinas de Gortari», explica el texto.
Además de los Slim aparecen parte de sus amigos corporativos como Gerard Rivero, con su empresa GIA más la firma Promotora y Desarrolladora Mexicana, SA de CV, que se llevaron el contrato de la terminal por casi 85.000 millones de pesos.
«A esa cantidad Slim sumó otro contrato, por 7.359 millones 204.570 pesos, para construir el sistema de precarga e instrumentación geotécnica, infraestructura, estructura de pavimentos y obra civil de ayudas visuales y para la navegación de la pista 3», agrega la investigación de Proceso.
Además, cita el trabajo periodístico, que Slim logró incluir en esta obra a Carlos Hank Rhon, «hoy dueño del banco más grande de México, Interacciones, que recientemente se comió a Banorte. Ambos contratos suman 92.200 millones de pesos, 51% de la inversión total comprometida en la primera fase del NAIM».
En esa lista de empresarios beneficiados con las obras del NAIM aparece también la compañía ICA, de Bernardo Quintana, quien -según Proceso- «había entrado en recesión a inicios del sexenio de Enrique Peña Nieto, (pero) logró levantarse y ser otro de los beneficiados contratistas del nuevo aeropuerto».
«De acuerdo con los datos del NAIM, Quintana obtuvo dos contratos, uno por 16 millones y otro por 7.555 millones, lo que le dio una suma total de 7.571 millones 741.821 pesos», agrega el reporte.
A este lote de beneficiarios de Peña Nieto en la megaobra del NAIM, aparece la contratista Coconal «que obtuvo tres jugosos contratos que llegan a 9.951 millones 242.301 pesos», refiere Proceso.
Las empresas que más ganan y la caída de la bolsa de México
A través del portal Milenio.com se hace referencia a las empresas involucradas en el proyecto NAIM y la cantidad de recursos que les fueron adjudicados.
En total son nueve consorcios que integran 13 empresas, 10 mexicanas, dos españolas y una italiana, las que se adjudicaron 80,44% de los contratos licitados para la construcción del mega aeropuerto, por un monto total de 119.558 millones de pesos (mdp).
Hasta el cierre de abril de 2018 se aprobaron licitaciones nacionales e internacionales por un total de 148.638 millones de pesos.
Las empresas mexicanas con mayor monto adjudicado en obra son: Grupo ICA de Bernardo Quintana 27.220 mdp; Constructora y Edificadora GIA+A de Hipólito Gerard Rivero 13.961 mdp; Operadora Cicsa de Carlos Slim 13.961 mdp; Prodemex de Olegario Vázquez 13.961 mdp; Peninsular Compañía Constructora 12.952 mdp; FCC Construcción 12.113 mdp; Acciona Infraestructura 10.701 mdp Coconal presidida por Héctor Ovalle 8.187 mdp y Proc Mina y Astaldi 6.498 mdp.
A la par que se ejecuta el ataque mediático contra AMLO y las corporaciones extraen sus inversiones de México, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) marcó este lunes -26 de noviembre- una importante baja de 4.17 %, la segunda mayor caída de este 2018 año.
El principal indicador de la BMV, el S&P BMV IPC, se ubicó en 39.427,28 unidades, lo que implicó un descenso de 1.717,05 enteros respecto al nivel previo.
La pérdida más importante fue la del Grupo Financiero Banorte, de 12,95%; las acciones de Grupo México perdieron 4,02 %, y América Móvil 4,19 %.
El mercado accionario se desligó de sus pares estadounidenses, que operó con alzas. El promedio industrial Dow Jones subió 1,46 %, el Nasdaq 2,06 %, y el Standard and Poor’s 500 ganó 1,55 %.
Ante estos datos Carlos Urzúa, propuesto por AMLO como secretario de Hacienda, dijo que establecerán un contacto estrecho y directo con inversionistas, calificadoras y otros participantes del mercado sobre el paquete económico 2019.
Además acotó que para el ejercicio fiscal 2018 se espera cierre ordenado y “sin sobresaltos”.
En días previos, del 20 al 23 de noviembre, la Bolsa Mexicana de Valores acumuló una baja de 2.78 %, con lo cual sumó su octava semana consecutiva negativa.
Analistas de Banco Santander señalaron entonces que en el entorno internacional existen diversos factores que afectan a los mercados, como el alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, las crecientes tensiones en ese país y China, y la desaceleración de la economía global, igual que las utilidades de las empresas.
Ataque contra AMLO se gesta desde distintos lobbys internacionales
En el reportaje publicado por el diario WSJ, escrito por los periodistas David Luhnow y Robbie Whelan, se explica que México ha sido durante las últimas dos décadas «uno de los mercados emergentes más seguros para los inversionistas, con un crecimiento confiable, aunque lento», situación que podría cambiar con la supuesta falta de «confianza» que genera la inminente llegada de AMLO al poder.
«Si eso cambia, el país podría enfrentarse a una turbulencia financiera como las de los años 70, 80 y principios de los 90», dice WSJ.
Al respecto, Walter Molano economista jefe de la de BCP Securities -una empresa estadounidense ligada al mercado de los negocios y la banca- asegura que AMLO ya es percibido como un «autoritario», sólo por intentar poner control en el gasto del Estado y la designación de obras de interés público.
“Creo que López Obrador ha mostrado sus verdaderos colores (…) Ni siquiera ha asumido el cargo de Presidente y está mostrando una verdadera racha autoritaria”, agrega Molano en declaraciones a WSJ.
Por su parte Paul McNamara, quien opera un bono de mercados emergentes para el administrador de activos para GAM Holding -una corporación Suiza con filiales en Estados Unidos- declaró a WSJ que están evaluando recortar sus activos en México.
“Invertimos a largo plazo en México y nos está afectando, para ser sinceros”, declaró McNamara.
De hecho, según el diario estadounidense «varios gestores de fondos de mercados emergentes están reconsiderando las inversiones en México o reduciendo la exposición, y, en lugar de eso, invertirán en Brasil, donde otro líder considerado populista, Jair Bolsonaro, ha tenido un discurso “amigable” con los empresarios».
Por ejemplo, Alejandro Schtulmann, director de la firma mexicana de análisis políticos de riesgos Empra, indicó que tenía ganado un contrato para hacer un análisis de riesgo para una compañía interesada en un proyecto de infraestructura energética de 100 millones de dólares, sin embargo éste quedó en suspenso tras la cancelación del NAIM en Texcoco.
«AMLO y su equipo técnico necesitan ser más proactivos y enviar el mensaje correcto y coherente para reducir la incertidumbre en cuanto a las políticas», dijo Bertrand Delgado, estratega de Société Générale en Nueva York. «De lo contrario, su primer año en el Gobierno podría ser innecesariamente difícil».
Las prometidas privatizaciones de la extrema derecha en Brasil llaman al poder económico del capital
En medio de la vorágine comunicacional y la campaña que recién comienza contra AMLO, varios medios de comunicación se han dedicado a divulgar la supuesta migración de activos de empresarios y corporaciones que tenían grandes inversiones en México y que han decidido llevárselas a Brasil.
La causa de la migración, explican los portales, obedece también al rechazo que genera en el mercado internacional el cierre del proyecto aeroportuario de NAIM y las elucubraciones sobre el supuesto control que ejercerá AMLO en la economía mexicana.
Dentro de este contexto, explica el diario etcétera.com, las dos economías más grandes de América Latina han entrado en una especie de disputa comercial por quedarse con los más grandes inversionistas en sus mercados internos.
Según el análisis de este medio, la campaña mediática contra AMLO, que lo relaciona con el socialismo, el comunismo o liderazgos de izquierda, ha logrado que los empresarios y grandes corporaciones -históricamente relacionadas con la derecha y gobiernos de corte neoliberal- huyan hacia lo que promete ser un paraíso para los negocios privados, el próximo gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil.
«Los inversionistas agregaron la semana pasada 367 millones de dólares a fondos estadounidenses que cotizan en bolsa que siguen acciones y bonos brasileños, la mayor entrada desde mayo de 2017. El único país de los mercados emergentes que registró salidas durante ese período fue México, donde se retiraron 214 millones de dólares de fondos que cotizan en bolsa dedicados a los activos de ese país», explica el referido portal.
En ese contexto, indica el artículo que «los activos mexicanos han tenido un rendimiento inferior al de sus pares desde que Andrés Manuel López Obrador, desechó un proyecto aeroportuario de 13 mil millones de dólares que estaba parcialmente construido, mientras que su partido posteriormente anunció propuestas para reducir las comisiones bancarias».
«Sin embargo, es posible que AMLO no sea el único factor que haga caer los activos mexicanos. El presidente entrante de Brasil, Jair Bolsonaro, le está empezando a agradar a los inversionistas en medio de sus planes para vender compañías estatales, reformar el sistema de pensiones y reducir el déficit fiscal, lo que podría atraer fondos de otros mercados emergentes», acota el medio.
Por ejemplo, Raphael Marechal, gerente de cartera de deuda de mercados emergentes de Nikko Asset Management en Londres, Reino Unido, alega que ya México no luce tan llamativo como sí lo es Brasil, país al que están dispuestos a abrir una cartera importante de inversiones.
Lo llamativo de Brasil, es en gran parte por la promesa que hizo Bolsonaro de privatizar y erradicar las empresas públicas, entre ellas notables compañías como Petrobras, Electrobras, Embraer, Banco do Brasil SA, entre otras.
«Asumí el compromiso de reducir el número de ministerios y extinguir y privatizar gran parte de las empresas estatales que hoy existen», anunció recientemente Bolsonaro, el presidente electo de Brasil que se asume abiertamente como un extremista de derecha y que asumirá las riendas del país a partir de enero de 2019.
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