Hace cuatro décadas, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, se comenzaban a asentar las bases para el respeto a la diversidad sexual y la no discriminación en aquella región. Los Muxes, varones homosexuales que se apropian del rol de mujer en cualquier ámbito, pues así consideran su orientación, se reunían clandestinamente ante la persecución constante que sufrían por su condición, para convivir y divertirse en fiestas y convivios.
Hoy, la festividad de la Vela de Las Auténticas Intrépidas Buscadoras de Peligro, representan a una comunidad que quizá, va un paso agigantado respecto al resto del país, en cuanto el respeto y la no discriminación para el tercer género, como también se les conoce.
Durante 4 días, Juchitán se convierte en el escenario de una de las festividades más representativas en la región.
La celebración comenzó el viernes 20 con la tradicional “Regada de frutas”, que es un desfile de carros alegóricos (con flores y Muxes vestidas con trajes típicos zapotecos) y una cabalgata encabezada por los mayordomos y la reina en turno, Muxe por supuesto, por las principales calles del pueblo, con el propósito de llevar velas a la parroquia de San Vicente Ferrer para la misa del día siguiente.
Así, el 21 de noviembre, se celebró a medio día la misa en honor al santo patrono de Juchitán: San Vicente. Es de gran importancia resaltar ese punto, pues de todo el país, aquí es el único lugar donde la iglesia católica se abrió a la comunidad homosexual siendo parte importante de las festividades. Por la noche se celebró la cena –baile de gala donde se coronó a la reina de las Intrépidas 2015.
El domingo 21, se celebra la tradicional “Lavada de Ollas” que como su nombre lo indica, se lavan las ollas y otros utensilios ocupados durante la fiesta. Sin embargo, esto muy pocas veces se realiza y más bien es una convivencia con la comunidad.
Finalmente, el día lunes 23, se llevó a cabo el recalentado en casa del mayordomo en turno, finalizando así la festividad.
Los Muxes son reconocidos desde la época prehispánica por los zapotecos que no consideraban que la sociedad se dividiera únicamente en hombres y mujeres. Por lo tanto, los Muxes desempeñaban un rol no menos importante en la sociedad zapoteca.
Del mismo modo, actualmente en las familias zapotecas no se reprime al varón que desde temprana edad empieza a reconocer su identidad, manteniendo así, su seguridad y autoestima. Por lo que los Muxes y la comunidad Juchiteca, representan un estandarte para el respeto a la diversidad sexual
Por: Salvador Valencia
El Ciudadano