Ernesto Sabato nos dejó el 30 de abril de 2011, hace siete años, pero también nos dejó de herencia sus grandiosas obras.
Aquí tres de sus mejores textos:
El túnel
«Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona». Sí, la historia comienza con un asesinato y mientras transcurre la lectura se van desencadenando algunos datos que mantienen en constante suspenso al lector.
Sobre héroes y tumbas
Es un libro de gran introspección psicológica, pues se mete en los conflictos internos de sus personajes y de Argentina, un país lleno de contradicciones. Narra varios argumentos en paralelo. Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del diario español El Mundo y es considerada la mejor novela argentina del siglo XX.
Abaddón el exterminador
Cierra la trilogía de Sabato (El túnel la inició y siguió con Sobre héroes y tumbas). Esta novela de ficción continúa con la indagación existencial. Hace ingresar a Ernesto Sabato en el ámbito mismo de la escritura y lo incorpora como personaje en una compleja construcción técnica cuyo juego de perspectivas remite a la vez a la realidad de un tiempo de apocalipsis y a las simas anímicas donde bucea el poder visionario del acto creador. Así, en la cúspide de su grandeza, esta vasta obra totalizadora culmina y comprende todo el arte sabatiano y la hondura de su indagación existencial. Abaddón el exterminador fue galardonado en París como el mejor libro extranjero publicado en Francia en 1976.