Líderes latinoamericanos han expresado su repudio al ataque perpetrado con armas de fuego contra los autobuses de la caravana del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a quien le ratificaron su solidaridad y apoyo total en su gira por los estados sureños de Brasil.
“Como no les alcanza con la persecución política y judicial ni con la campaña de desprestigio permanente de los medios, ahora van por la violencia. ¡Fuerza, Lula!”, manifestó en su cuenta verificada de Twitter la exmandataria y actual senadora de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, según reseñó Telesur.
También en la red social, el ex jefe de Estado ecuatoriano Rafael Correa mostró su respaldo: “Nuestra solidaridad con el compañero Lula y su caravana por la paz, la alegría, la victoria, que acaba de ser atacada a balazos por aquellos que no nos pueden derrotar en las urnas”.
Contra amedrentamientos
Ambos políticos hicieron referencia al caso judicial que Lula enfrenta por los presuntos delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. De confirmarse su sentencia a 12 años de cárcel, Lula quedaría inhabilitado para formar parte de las elecciones presidenciales que se realizarán este año.
«Tales ataques no van a intimidar a demócratas y militantes políticos», afirmó en su sitio web la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, y anunció que denunciarán tanto en su país como en instancias internacionales esta agresión.
“El fascismo es intolerable y será denunciado por todos nosotros, que creemos en la justicia social y en la política como instrumento de transformación de la realidad”, apostilló.
Por su parte, Lula sostuvo que ningún acto de amedrentamiento evitará que continúe sus recorridos en pro de su máximo objetivo: volver a la Presidencia de Brasil.
«Los poderosos pueden matar una, dos o tres rosas, pero jamás podrán detener la llegada de la primavera», dijo el exdignatario, quien culmina hoy la cuarta etapa de su Caravana Lula por Brasil.
En la noche del martes, tres disparos de arma de fuego alcanzaron dos de los autobuses de una caravana electoral del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por tres Estados del sur del país.
Las balas agujerearon la carrocería de los vehículos, en los que viajaban periodistas y militantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
Escalada de violencia
La tensión política y la situación judicial de Lula derivan en una escalada violenta en Brasil que pudiera sobrepasar la capacidad de las autoridades para contener la violencia.
La polarización política en Brasil ha ido en aumento en los últimos cuatro años y se disparó sobre todo a partir de 2016, tras la destitución parlamentaria de la presidenta Dilma Rousseff, también del PT.
La tensión se ha recrudecido estos días no solo por el asesinato de la concejal de Río sino ante la inminente decisión del Tribunal Supremo sobre si Lula, condenado a 12 años de cárcel por corrupción, debe ser ya encarcelado.
Nada divide más al país que la figura del expresidente, y partidarios y detractores suyos multiplican sus presiones sobre los jueces. Pocas horas antes del ataque a los autobuses de la caravana del PT, el magistrado del Tribunal Supremo que instruye el caso Lava Jato, la gran operación contra la corrupción en el país, Edson Fachin, reveló en una entrevista en la cadena Globo News que él y su familia están sufriendo amenazas y que ha tenido que reforzar su seguridad.