Este miércoles 10 de mayo fue un día clave en el convulsionado presente de Brasil: el exmandatario, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, declaró por primera vez en la ciudad de Curitiba ante el juez Sergio Moro en el marco de la Operación “Lava Jato”. El principal candidato para el 2018 declaró cerca de cinco horas ante el magistrado. La acusación se centra en la supuesta propiedad de un apartamento triplex en el balneario paulista de Guarujá que figura en los registros a nombre de la constructora OAS, pero que la acusación sostiene que es propiedad de Lula, recibida como parte de una coima a cambio de contratos con Petrobras, tal como señala el portal Red 21.
Ante este escenario, miles de brasileños acompañaron a Lula a Curitiba con una vigilia “defensa de la democracia” en las inmediaciones de los tribunales, y tras la declaración el líder del Partido de los Trabajadores (PT) dio un discurso ante ellos. Allí, Lula insistió en su inocencia y reafirmó que competirá por la presidencia en 2018.
Al respecto, Da Silva dijo que esperaba que la parte acusadora “tuviera una factura” que lo vinculara con el pago del apartamento, y dijo: “pensé hoy que mi acusador me mostraría un contrato, un documento, un pago o algo que hice para apoderarme de ese departamento que dicen que es mío. Que después de dos años de ser masacrado por ellos (en los medios) habría un documento», ironizó el expresidente.
“Quiero decirles que estoy vivo y me estoy preparando de nuevo para volver a ser candidato a presidente de este país que nunca estuvo tan mal como ahora. Nunca quise ser presidente tanto como ahora”, afirmó y explicó que tomó la decisión de competir por la presidencia es porque quiere “hacer más, hacerlo mejor y probar una vez más que la élite brasileña no tiene la capacidad para arreglar este país”.
Luego, Lula reiteró una vez más que los juicios en su contra (actualmente tiene cinco causas abiertas por la justicia brasilera) son parte de una persecución política ya que no se han presentado pruebas que confirmen las acusaciones: “No quiero ser juzgado por interpretaciones, quiero ser juzgado por pruebas” expresó y afirmó que nunca antes en la historia de Brasil “alguien fue tan perseguido y masacrado”, y que el verdadero objetivo de esa persecución es evitar que pueda ser candidato a la presidencia.
Cabe recordar que al día de hoy, Lula Da Silva se perfila como el favorito en las encuestas de cara a las elecciones de 2018 y agradeció profundamente el apoyo mostrado por “cada mujer, cada niño, cada movimiento”. ¿Logrará la justicia brasilera frenar un tercer mandato del líder del PT en el gigante sudamericano?