El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció el miércoles que las clases presenciales en buena parte de las escuelas rurales se reanudarán el próximo 22 de abril en medio de la emergencia sanitaria del COVID-19.
“El lunes 22 de abril se prevé la posibilidad de que 973 escuelas rurales fuera del departamento de Canelones, que son unas 94, empiecen las clases con asistencia voluntaria”, dijo.
Agregó que las “escuelas de los poblados más alejados, donde hay menos conectividad y donde no llegó el coronavirus” podrán retomar los cursos en esa fecha.
Aclaró que sería «desaconsejable» retomar las clases en Primaria y Educación Media en Montevideo y Canelones, el primer y segundo departamento más poblados de Uruguay.
El mandatario no definió una fecha de reanudación para el resto de la enseñanza, que suspendió sus actividades el pasado 19 de marzo, luego de registrarse los primeros casos de coronavirus, que en la actualidad se ubican en 456.
Al ser cuestionado si la reanudación de las clases no implicaba un riesgo sanitario, mencionó que «si uno ve el ritmo de contagio» y «el ritmo de recuperados nada hace pensar, si este pacto ciudadano se sigue cumpliendo, que estemos ante una disparada de casos».
“Nada indica que vayamos a estar peor”, subrayó.
Inicio de clases “no tiene coherencia”
La secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Elbia Pereira, señaló que el anuncio de Lacalle Pou de retomar las clases presenciales en las escuelas rurales “no conduce ni va en una línea de coherencia con lo que se nos está pidiendo a los ciudadanos, que es quedarnos en casa”.
Pereira aseguró que reiniciar las clases “es impensable si no hay de parte del Sistema Nacional de Emergencia un informe claro de que no hay riesgos”. “Para nosotros no están dadas las condiciones, ni para los niños ni para las familias ni para los trabajadores”, agregó.
La dirigente dijo que no entiende la razón del anuncio del mandatario, y comentó que fue contrario a lo que les había indicado el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, en la tarde del miércoles.
“En la llamada que recibí de Robert Silva lo único que dijo es que estaban pensando en un progresivo retorno a clase, en conferencia de prensa no se habló de eso: se comunicó una decisión tomada”, afirmó, citada por Ladiaria.
Pereira informó que las filiales de la FUM analizarán los anuncios, y no descartó que se tomen medias como paralizar el comienzo de las clases en esos centros educativos.
No obstante, advirtió que, dado que la situación generada por la pandemia por el coronavirus es muy variable, lo que pase en esta semana y la próxima será determinante para la decisión del gremio.
“Lo que hemos intercambiado en la FUM va en la dirección de que esto no se puede acompañar”, adelantó Pereira, al tiempo que aseguró que el arranque de las clases en primaria no fue consultado con los trabajadores.
Por su parte, el integrante del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) , Héctor Florit, escribió en las redes que le preocupa que no estén dadas las garantías sanitarias para el inicio de las clases, así como tampoco un protocolo de actuación para prevenir riesgos.
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