El presidente peruano Martín Vizcarra usando las atribuciones que le otorga la Constitución de su país otorgó sus primeros indultos humanitarios y conmutaciones de penas. En compañía de su ministro de Justicia, Enrique Mendoza, anunció las absoluciones.
Las medidas humanitarias fueron otorgados al holandés Jacobus Kamminga, recluido en el penal de Ancón II; Andrés Magallanes Valencia, boliviano recluido en el Penal de Lurigancho; Roxana Cerquín Huamán, interna del Penal de Mujeres de Trujillo; y a Arnold Bojorges Coarite, un reo del Penal de Tacna.
Asimismo, otorgó la conmutación de pena al mexicano José Pablo Flores de 6 años 8 meses a 4 años 8 meses, quien se encuentra interno en el penal de Ancón II y para la lituana Greta Grincevic interna en el Penal de Cusco la reducción de 7 años 11 meses a 6 años 3 meses.
Padecimientos de salud impulsan la iniciativa
Tal es el caso del recluso Jacobus Kamminga, quien padece de una enfermedad no terminal grave, pero que se encuentra en etapa avanzada progresiva, degenerativa e incurable, con pronóstico reservado y que las condiciones carcelarias ponen en grave riesgo su vida.
En ese sentido, se le otorgó la medida por considerar que es un paciente en etapa crónica y con alto riesgo de vida, que requiere ambientes no estresantes.
Mientras que el recluido Magallanes Valencia presenta un diagnóstico de tuberculosis pulmonar en tratamiento con pronóstico reservado por lo que las autoridades consideran que la reclusión agrava su salud.
En tanto, se determinó que Bojorges Coarite padece de una enfermedad terminal denominada TBC multisistémica con disminución física, limitación al movimiento, postración crónica y dificultad para la marcha progresiva.
Finalmente, con relación a los extranjeros, el gobierno peruano ha dispuesto su libertad pero también su expulsión en un plazo de 30 días.