Más de 7 mil simpatizantes del líder popular brasileño Lula da Silva se han apostado ya en la sede del Sindicato Metalúrgico en São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, donde se encuentra el expresidente.
Para evitar mayores conflictos, la Policía Federal determinó evitar confrontaciones con la multitud enviando agentes para disuadir a las personas a desalojar el lugar. Es por ello que reservaron un avión y un helicóptero para el posible traslado de Lula a prisión.
De entregarse será llevado de inmediato a Curitiba, según el jefe de custodia de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, Jorge Chastalo, y como reseña el portal Estadao.
El expresidente hablará poco antes de vencerse el plazo para su entrega voluntaria, fijado por el juez Sergio Moro, previsto hasta las 5 de la tarde.
Los delegados de la policía dijeron que ven sumamente peligroso llevar a cabo una acción en el lugar, pues podrían poner en riesgo la vida de muchas personas, reseña el diario Folha de Sao Paulo.
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