Marchas multitudinarias se registraron en al menos 13 Estados de Brasil, aunque los manifestantes no alcanzaron a ser millones, como pronosticaban los organizadores independientes, informa Reuters. La acción del domingo es la tercera mayor manifestación del año convocada contra la presidenta Dilma Rousseff.
El descontento público estalló por el gran escándalo de corrupción que salpica a la petrolera estatal Petrobras, que ha dado lugar a la detención de varios funcionarios públicos. Aunque no hay evidencias de la implicación directa de Rouseff, los manifestantes la consideran responsable de las irregularidades en Petrobras, que presidió entre 2003 y 2010. El aumento del desempleo y la inflación también alimenta el movimiento de prostesta.
Una encuesta de Datafolha mostró este mes que la idea del ‘impeachment’ de Rouseff tiene más aceptación entre los brasileños más pobres y de menor nivel educativo. Mientras tanto, los líderes del Congreso han saboteado gran parte de la agenda legislativa de la presidente. Si bien la mandataria ha logrado éxito esta semana consolidando el apoyo de algunos líderes del Senado para promover una agenda pro-empresarial, la alianza es frágil, informa Reuters.
Fuente: RT