La mayoría de los brasileños apoya a los camioneros autónomos en huelga hace 10 días, pero reprueba las medidas adoptadas por el presidente Michel Temer para intentar contener el paro, según una encuesta difundida este miércoles.
Un muestreo telefónico realizado por el Instituto de Pesquisas Datafolha entre mil 500 ciudadanos reveló que el 87 por ciento apoya el movimiento de los transportistas de carga, opuestos a la política de precios de los combustibles impuesta hace dos años por la estatal Petrobras y respaldada por el Ejecutivo.
Son contrarios a la paralización un 10 por ciento y otro dos por ciento dijo ser indiferente. También la mayoría (56 por ciento) consideró que la huelga debe continuar, mientras 42 por ciento cree que es tiempo de ponerle fin.
De los encuestados, el 59 por ciento reprobó el paquete de medidas anunciado el domingo por Temer para responder a las exigencias de los huelguistas, pues cree que traerá más perjuicios que beneficios. Un 33 por ciento, en tanto, se manifestó de forma contraria.
La solución a la crisis presentada por el ocupante del Palacio de Planalto tendrá un costo aproximado para las arcas públicas de 13 mil 400 millones de reales (más de tres mil 600 millones de USD).
Entre quienes respaldan el paro, la gran mayoría de los entrevistados (92 por ciento) manifestó que se trata de un pleito justo, e incluso entre quienes se oponen el 57 por ciento coincidió también en la justeza de la medida de fuerza.
La encuesta evidenció además que el mayor temor de los brasileños como consecuencia de la paralización de los camioneros autónomos es el desabastecimiento; que existe un rechazo generalizado a un posible aumento de impuestos o recortes en los gastos federales, y que el 96 por ciento considera que Temer demoró para negociar.
En su edición de este miércoles, el diario Folha de Sao Paulo publicó el que observadores aquí consideran su editorial más violento contra el gobierno Temer, quien consideró que hace mucho tiempo debería estar fuera del cargo y ahora se convirtió en ‘un cadáver entronizado’.
Critica también a los ministros Eliseu Padilha (Casa Civil), Raúl Jungmann (Seguridad Pública) y Carlos Marun (Secretaría de Gobierno), encargados de administrar la crisis generada por el prolongado paro, y subraya que si el gobierno ‘no es capaz de imponer un mínimo de racionalidad en las negociaciones’, entonces es innecesario.
Según se supo ayer, lejos de disminuir, los puntos de concentración de camioneros aumentaron hasta 616, pese al paquete de medidas anunciado el domingo último por Temer y que, según Padilha, ‘respondió por entero’ a las demandas de los huelguistas.
El gobierno brasileño responsabiliza ahora por la persistencia del paro a lo que llama grupos de ‘infiltrados’ con motivos políticos, a los cuales acusa de coaccionar a aquellos camioneros que quieren retornar a sus labores.
Los transportistas de carga autónomos mantienen pararon desde el pasado día 21 en demanda de la reducción del precio del diesel y porque existan garantías de estabilidad del mismo, lo cual contraría la política adoptada hace un año por la Petrobras, y apoyada por Temer, de reajustes casi diarios en los valores del combustible.