Según informa el periódico ‘The Guardian’, trabajadores, sindicalistas y políticos de los cinco continentes testificaron en Brasilia por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo que ofrece el gigante de la comida rápida. Actualmente McDonald’s está luchando contra demandas en EE.UU. y América Latina, así como contra una investigación de la Comisión Europea.
La audiencia del Senado brasileño marcó la culminación de una semana de acciones de protesta que comenzó el viernes pasado, cuando la Unión General de Trabajadores de Brasil presentó una denuncia ante la oficina del fiscal pidiendo una investigación pública sobre las acusaciones de evasión de impuestos, competencia desleal y violación de las leyes de franquicia por parte de McDonald’s y su franquicia latinoamericana, Arcos Dourados.
El lunes, los trabajadores de McDonald’s sostuvieron conversaciones con tres ministros del Gobierno brasileño sobre las prácticas de trabajo en la industria de la comida rápida. Al día siguiente, los manifestantes lograron bloquear parte de la avenida Paulista, la principal arteria del centro de São Paulo, en un intento de llamar la atención sobre las prácticas comerciales de la compañía.
Los especialistas señalan que si McDonald’s se declare culpable de todas las violaciones, las multas y sanciones a la empresa podrían ascender a más de 342 millones de dólares, mientras que solo las sanciones por anticompetencia podrían representar del 1% al 20% de los beneficios brutos del gigante.
Fuente: RT