El candidato a regidor suplente para la Alcaldía de León, en el estado de Guanajuato, Jesús Nolasco Acosta, fue asesinado la tarde del pasado viernes en un presunto robo de su motocicleta.
Acosta, candidato por la coalición Juntos Haremos Historia conformada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y otros partidos, fue asesinado a balazos, indicó a través de la red social Twitter el candidato a la gobernación de Guanajuato por Morena, Ricardo Sheffield, el pasado sábado.
Anoche asesinaron a nuestro compañero Jesús Nolasco Acosta, exijo al Gobernador @miguelmarquezm cumpla su obligación de darnos seguridad a los guanajuatenses. pic.twitter.com/1bjgMKPev2
— Ricardo Sheffield (@SheffieldGto) June 17, 2018
Con la muerte de Nolasco, suman al menos 17 candidatos, la mayoría para puestos locales, que han sido asesinados en el marco de las elecciones generales del 1 de julio en México, además de que casi un centenar de dirigentes políticos también han sido ultimados en una ola de violencia inédita en unos comicios.
En mayo fue asesinado el candidato a presidente municipal José Remedios Aguirre Sánchez luego de terminar un mitin.
Guanajuato, sede de buena parte del sector manufacturero mexicano orientado a la exportación y de destinos favoritos de turistas, sobre todo estadounidenses en ciudades como San Miguel Allende y Guanajuato, ha experimentado una escalada de violencia el último año por las grandes mafias mexicanas que se diputan las actividades criminales en ese territorio.
Cárteles de la droga como Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y Los Zetas operan en Guanajuato dedicándose también al secuestro y el robo de combustible, según autoridades.
Los ataques contra políticos locales, sobre todo donde actúan grupos criminales, se han multiplicado en los últimos años pero nunca en una elección se habían producido tantos atentados y asesinatos como en esta campaña electoral.
Según cifras de la consultora Etellekt, desde septiembre pasado, cuando inició el proceso electoral, han sido asesinados más de 113 políticos.
Los candidatos asesinados buscaban cargos locales, salvo el caso de Fernando Purón Jonhston, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y quien buscaba ser diputado federal del norteño estado de Coahuila.