Al menos seis personas murieron y 108 resultaron heridas este domingo en Oaxaca, en el sur de México, durante los violentos enfrentamientos que estallaron cuando policías desalojaron a miles de profesores disidentes que bloqueaban carreteras, mientras grupos no identificados abrieron fuego contra civiles y uniformados.
En el poblado de Asunción Nochixtlán, unos 800 policías federales y estatales lanzaron gases lacrimógenos desde la mañana contra los docentes de la beligerante Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes desde hace una semana realizaban bloqueos junto con cientos de simpatizantes, entre ellos estudiantes y padres de familia.
La CNTE, el ala radical del sindicato magisterial, protesta contra una reforma educativa promulgada en 2013 que contempla principalmente la evaluación de los profesores.
Además, los docentes piden la liberación inmediata de dos de sus líderes detenidos recientemente: Rubén Núñez, secretario general de la sección 22 de la CNTE, a quien se le investiga por enriquecimiento ilícito, y Francisco Villalobos, secretario de la misma organización, por robo agravado de libros oficiales de la Secretaría de Educación Pública.
Pero para el gobernador del estado, Gabino Cué, se trata de «actos desmesurados de inconformidad» que durante 35 días han resultado en cierres de carreteras en 37 puntos estratégicos de Oaxaca, «afectando de manera grave el abasto de insumos de primera necesidad».
El funcionario dijo en rueda de prensa que «personas embozadas» realizaron saqueos a comercios y bloquearon las vías que conectan a Oaxaca con otras regiones, incendiando vehículos del transporte público y causando «graves pérdidas en materia turística».
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública estatal, Jorge Alberto Ruiz, informó que se reportan de manera preliminar «seis civiles muertos» y que resultaron heridos 41 policías federales (tres por bala), 14 uniformados estatales (cinco por bala) y 53 civiles.
Los lesionados, muchos de ellos en estado «crítico», fueron resguardados en la iglesia de Asunción Nochixtlán para luego ser trasladados a varios hospitales.
Paramédicos desplegados en la zona confirmaron bajo anonimato -por no estar autorizados a dar información- la muerte por proyectil de arma de tres personas: dos jóvenes de 23 y 28 años y un menor de edad, aparentemente estudiante de secundaria.
«La policía estatal y federal estará el tiempo necesario hasta que se restablezca el orden, la paz y la concordia», dijo Cué. Hasta ahora, las autoridades han arrestado a 21 personas.
Heridos por bala
Varios disparos se escucharon durante la caótica escena, mientras medios locales publicaron imágenes en las que se observa a uniformados armados con fusiles y pistolas.
Aunque en un inicio la Comisión Nacional de Seguridad negó categóricamente que sus agentes estuvieran armados, después reconoció haber usado armas para repeler balas de un grupo «radicalizado» que disparó incluso contra la población.
«Efectivamente muy al final del proceso llegó un grupo de Policía Federal en apoyo, que portaba sus armas de cargo», dijo el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, al precisar que «ni siquiera el propio magisterio estuvo involucrado en estas cosas».
Se trata de «la acción represora de los gobiernos federal y estatal», estimó la CNTE en un comunicado, donde asegura que aún no ha realizado un recuento de víctimas «debido a las condiciones de gravedad del desalojo policial».
Los enfrentamientos también estallaron, aunque con menor intensidad, en otros poblados donde había bloqueos, como Hacienda Blanca y Juchitán de Zaragoza, donde los manifestantes incendiaron dos autobuses de pasajeros para evitar el avance de la policía.
En tanto, la turística Oaxaca, capital del estado homónimo, era sobrevolada por helicópteros mientras profesores disidentes hacían plantón en la plaza principal, improvisando barricadas con fuego en las desiertas calles aledañas.
«La resistencia es pacífica pero estamos preparando retenes, preparándonos para un desalojo ante la represión desmedida del gobierno de (el presidente) Enrique Peña Nieto», dijo a la AFP un vocero del comité ejecutivo de la sección 22 que no quiso identificarse por miedo a represalias.
«No han querido dialogar. Dicen que ya no hay vuelta atrás» con la reforma, dijo el líder magisterial, mientras universitarios encapuchados, simpatizantes del movimiento docente, preparaban cócteles molotov.
En el marco de la reforma se han realizado evaluaciones a maestros en todo el país, aunque han sido boicoteadas en los estados con fuerte presencia de la CNTE. La secretaría de Educación ha anunciado la suspensión de aquellos docentes que no se sometan a la evaluación.