La última carta que sacó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para obligar a México a «frenar» la inmigración mantendrá por un día más a los representantes de ambas naciones en la mesa de negociación.
El pasado 31 de mayo, el mandatario estadounidense anunció la imposición de aranceles de 5 % a los productos mexicanos. La medida, según se tiene previsto, entra en vigor el lunes 10 de junio. Por eso, este miércoles el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se reunió con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y otros altos funcionarios del país, para abordar el asunto.
Aunque la reunión se llevó a cabo de manera «cordial», cerró sin acuerdos. Después de que finalizó la jornada, Trump anunció que las negociaciones seguirán este jueves en Washington.
«Los diálogos migratorios en la Casa Blanca con representantes de México han terminado por hoy. ¡Hay avances, pero no suficientes!«, escribió en Twitter.
«Mañana ―añadió el mandatario― reanudaremos las conversaciones con México con el entendimiento de que, si no alcanzamos un acuerdo, los aranceles al 5 % empezarán el lunes, con incrementos mensuales«.
Asimismo, advirtió que «cuanto más altos sean los aranceles, un mayor número de empresas regresarán a EE. UU.».
El presidente citó en sus tuits el dato conocido hoy de 133.000 inmigrantes detenidos en mayo tras cruzar la frontera con México, del que culpó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a la oposición demócrata, reseñó EFE.
Por su parte, el canciller mexicano reconoció que el flujo de indocumentados hacia EE. UU. está «creciendo demasiado».
«Ambas partes reconocemos que la situación actual no se puede mantener como está, porque se dio el reporte ahí de números y efectivamente, los flujos están creciendo demasiado», dijo Ebrard en su rueda de prensa en la embajada mexicana en Washington.
Todo apunta a que México, tal como instruyó López Obrador, hará lo que esté a su alcance para llegar a un acuerdo, sin sacrificar su soberanía ni sus políticas de atención al problema de la migración.
Sin embargo, Trump plantea algunas «soluciones» radicales que el Gobierno mexicano no parece estar dispuesto a cumplir. «Lo que está buscando el Gobierno de Estados Unidos son medidas que tengan efecto de corto plazo», aclaró el canciller.
También señaló que, «de parte de México, creemos que hay que tomar medidas no solo en lo inmediato y no solo punitivas», sino llegar a «un entendimiento más amplio» en materia migratoria.