Nicaragua celebra hoy el 39 aniversario de la Revolución Sandinista que marcó un punto de inflexión en la historia de ese país y acabó con 42 años de control y dictadura familiar.
El 19 de junio de 1979, integrantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) entraron en Managua, y el dictador Anastasio Somoza Sebayle y sus allegados emprendieron la huida a Miami.
La entrada de los revolucionarios a la capital nicaragüense, terminó con una férrea dictadura familiar y patrimonial que había controlado el país por más de cuatro décadas que no permitía al pueblo ningún tipo de beneficios sociales e incrementó la pobreza a favor de compañías extranjeras.
La llegada al poder del Frente Sandinista, inició una profunda reforma agraria y una exitosa campaña para erradicar el analfabetismo, además de otras reformas a favor del pueblo nicaragüense.
Además, los sandinistas liderados por un joven abogado de nombre Daniel Ortega, poco a poco se fueron separando de la tutela e imposiciones que emitía Washington, o que generó en ese país una serie de investigaciones que terminaron de hundir el mandato del presidente Richard Nixon.
Sobre los actos de celebración de la entrada de los sandinistas a Managua, la vicepresidenta de esa nación, Rosario Murillo, anunció que en todos los municipios se realizarían actos conmemorativos a la revolución sandinista.
Sin embargo, la fiesta no será como en años anteriores, luego de que grupos contrarios al gobierno de Managua, protagonizaran actos violentos durante tres meses, que según explicó el mandatario nacional, Daniel Ortega, son ejecutados por grupos apoyados por Estados Unidos.