El Gobierno de Bolivia trasladó a Brasil a un niño de tres años que sufrió recientemente la extirpación de sus dos riñones, uno sano y otro enfermo, en un presunto caso de mala praxis médica. En el vecino país podrá recibir atención médica especializada.
La Cancillería boliviana informó que el menor cumplirá un largo tratamiento contra el cáncer. «El niño Sebastián Justiniano, a quien por error médico le extirparon un riñón, llegó hasta la ciudad de Sao Paulo».
Fue a principios de septiembre, durante la operación para quitarle el órgano enfermo de cáncer, cuando también le extirparon el sano. El médico responsable está detenido en espera de juicio por daño a la salud (según un código del siglo pasado que no tipifica específicamente la mala praxis médica), porque una auditoría estableció que se incumplieron varios protocolos, entre ellos el análisis previo de radiografías y tomografías, reseñó Sputnik.
El director de salud renal del Ministerio de Salud, Adolfo Zárate, precisó que el Gobierno de Bolivia se hace cargo de los gastos del viaje y de la hospitalización durante al menos 39 semanas en el centro médico brasileño.
Además, explicó que el tratamiento tendrá dos objetivos: controlar el cáncer, que ya se había extendido a uno de los pulmones, y definir luego la posibilidad de un trasplante de riñón.
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