El Gobierno de facto de Bolivia está acosando a los observadores internacionales que han llegado o están intentando llegar al país para las elecciones de este domingo.
Observadores de todo el mundo y de todo el espectro político e ideológico se han dado cita en La Paz para ser testigos de que las elecciones transcurren de manera pacífica y de que el proceso no es intoxicado por ninguna de las partes. Sin embargo, el actual Ejecutivo ha decidido apuntar contra estos emisarios.
Así lo han denunciado varias delegaciones, incluida la de los españoles Gerardo Pisarello y Lucía Muñoz Dalda –de Podemos– y Fran Pérez Esteban y Maite Mola –de Izquierda Unida–; así como la de Argentina liderada por el diputado Federico Fagioli.
El ministro de Gobierno del Gobierno de facto de Bolivia, Arturo Murillo, ha lanzado amenazas en su perfil de Twitter.
“Nuestras elecciones serán una fiesta democrática, mientras más observadores hayan, mejor para todos. Advertimos a los agitadores y gente que busca generar violencia, no son bienvenidos. Los ponemos en un avión o entre rejas. Compórtense, sabemos quiénes son y dónde están”.
“Están preparando un escenario en el que, si el resultado del domingo no es el que ellos quieren, generar conflicto en las calles y apuntar a los observadores internacionales, que según ellos seríamos los causantes de la situación fraudulenta que se habría producido y que habrían venido a provocar a Bolivia, con el agravante de que, según varios mensajes que nos han llegado, en nuestro caso esto está estrechamente vinculado con Vox,”, explicó Pisarello, diputado de Unidas Podemos y secretario primero del Congreso, al portal La Última Hora.es.
“Cuando llegamos, salió ese tuit de Murillo con mensajes intimidatorios hacia los observadores, y a partir de eso salió una ‘noticia’ en ‘OKdiario’ que demuestra que ‘OKdiario’, Vox y el Gobierno y la Policía bolivianas están en contacto, pues se filtran imágenes nuestras cedidas por la Dirección de Migraciones y se dice falsamente que nosotros habíamos entrado como turistas, cuando en realidad dijimos explícitamente que veníamos como observadores internacionales; si no, no se explicaría que el propio Tribunal Supremo Electoral nos acreditara, y ahora mismo estamos acreditados”, acotó.
“Esa ‘noticia’ está saliendo en algunos periódicos de Bolivia y ahora están sacando nuestras caras en televisión diciendo que somos personas peligrosas y que podemos generar alborotos de cara al domingo, es decir que están intentando crear un clima de intimidación en el que desprestigian nuestro papel de observadores: seríamos simplemente agitadores de parte favorables al MAS (Movimiento Al Socialismo) que estaríamos aquí para incitar a la violencia, y lo peligroso es que también lo están moviendo por chats de vecinos de La Paz”, denunció Pisarello.
“Si están intimidando de esta manera a observadores internacionales acreditados por el Tribunal Supremo Electoral, no queremos imaginarnos hasta dónde llega la intimidación y la amenaza hacia la población de a pie de Bolivia que piensa diferente a lo que piensa el Gobierno de Áñez”, advirtió.
Sobre el riesgo de que algún partido o incluso el actual Ejecutivo se adelante a los resultados fiables –que tardarán al menos una semana en tener credibilidad– y se autoproclame vencedor, el diputado de Unidas Podemos no puede negar el riesgo a que eso ocurra: «Me gustaría poder responder de manera negativa, pero no puedo hacerlo. A la vista de cómo han actuado en redes sociales, el domingo pueden pasar muchas cosas. Hay fake news impulsadas por la extrema derecha que dudo que desparezcan el domingo. Las elecciones bolivianas son el ensayo de lo que está en juego: que países controlados con políticas autoritarias reconozcan resultados adversos. Esto es un pequeño laboratorio para EEUU, porque el propio Trump no deja entrever si reconocerá resultados adversos».
Fran Pérez de Izquierda Unida, denunció que detecta grandes dosis de miedo, a pocas horas de que Bolivia haga por recuperar la normalidad que se le arrebató el pasado noviembre: «Detecto que el pueblo boliviano tiene ganas de votar, pero al mismo tiempo hay miedo a lo que pueda ocurrir, visto el año pasado, cuando se quemaron dos centros regionales de recogidas de actas. La gente tiene miedo a que haya violencia por parte del Estado o grupos paramilitares en el caso de que el propio resultado no gustara al Gobierno. Es un país muy polarizado, hay dos proyectos muy enfrentados, uno al servicio de la oligarquía y otro al servicio del pueblo. Hay un clima de calma tensa».
Maltrato a la delegación argentina
La presidenta de la ALP (Asamblea Legislativa Plurinacional) de Bolivia, Eva Copa, también denunció que el Gobierno de facto está obstaculizando el ingreso en Bolivia de observadores internacionales para las elecciones.
De hecho, este viernes intentó impedir el ingreso en el país de la delegación argentina invitada por la ALP y encabezada por el diputado del Frente de Todos Federico Fagiol, a quien acompañan Guillermo Snopek, Paula Penacca y Leonardo Grosso.
Al respecto, el presidente argentino, Alberto Fernández, escribió un tuit condenando la situación y responsabilizando directamente de lo ocurrido al Gobierno de Jeanine Áñez, condena a la que se sumó la Cancillería del país suramericano.
La respuesta del Gobierno de facto fue declarar al diputadoFederico Fagioli persona no grata.
Durante una alocución, el ministro de Gobierno Arturo Murillo informó este sábado que a pedido del TSE y de la Organización de Estados Americanos (OEA), se había permitido el ingreso a Bolivia del diputado Fagioli, pese a que el gobierno lo declaró «persona no grata por haber tenido actos de injerencia política en asuntos internos del país«.
“Todos los que veedores que quieran venir a Bolivia son bienvenidos y los recibiremos con los brazos abiertos, sin importar que sean de izquierda o de derecha. Lo único que pedimos es que no hagan injerencia o que vengan a meterse en problemas”, subrayó.
Llamado a respetar los resultados
Observadores internacionales, entre ellos las Naciones Unidas, hicieron un llamado los candidatos y las fuerzas políticas a respetar los resultados de las elecciones del domingo.
El Secretario de la ONU, Antonio Guterres, envió a su representante Jean Arnault, quien se reunió con Luis Arce, del partido de Morales, y el centrista Carlos Mesa, primero y segundo respectivamente en los sondeos de intención de voto.
“Se está haciendo un monitoreo muy riguroso de la situación de los derechos humanos en el país y que se va a concentrar muy especialmente sobre la situación el día de las elecciones”, dijo Arnault a periodistas tras los encuentros con los candidatos.
A su vez, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, envió un comunicado en el que señaló que “las elecciones representan una oportunidad para avanzar (…) y disminuir la extrema polarización que afecta a Bolivia».
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