La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades brasileñas creen que la expansión del virus del Zika en Brasil no justifica el retraso de los Juegos Olímpicos de Río, que arrancan el 4 de agosto. Tampoco su reubicación. “No hay razones de salud pública” para ello, dice la OMS en respuesta a la carta abierta de más de 150 científicos que reclama posponer o desplazar a otro lugar las competiciones debido al virus, asociado a problemas neurológicos graves. Figuras mundiales del deporte también han mostrado su preocupación por el zika.
La OMS, que terminó ayer su asamblea anual en Ginebra, donde tiene su sede, cree que cancelar o cambiar la ubicación de los Juegos Olímpicos “no alterará significativamente” la propagación internacional del zika. Brasil, dice este organismo internacional, es sólo uno de los casi 60 países y territorios en los que se han registrado casos autóctonos de zika —que transmite mayoritariamente el mosquito Aedes aegypti—. “Las personas siguen viajando entre estos países y territorios por un gran número de razones, la mejor manera de reducir el riesgo de enfermedad es seguir las recomendaciones de salud pública”, dice la OMS en un comunicado.
El virus del Zika, para el que no existe vacuna ni tratamiento, normalmente produce síntomas —fiebre, malestar, dolor, en algunos casos sarpullidos—. Sin embargo, también está asociado a casos de microcefalia de bebés de madres infectadas y otros problemas neurológicos graves, como el síndrome de Guillain-Barré. Esa asociación precisamente fue lo que llevó a la OMS adeclarar la alerta sanitaria global el pasado mes de febrero, aunque ya entonces descartó recomendar que se aplazasen los Juegos.
Lo que si recomienda la OMS es que las embarazadas no viajen a los territorios afectados por el virus. Una recomendación que recordó ayer en un comunicado este organismo y que también hacen las autoridades sanitarias estadounidenses y europeas.
La OMS también aconseja a los extranjeros que viajen al Estado de Río, donde se han notificado casi 26.000 casos sospechosos de contagio y que concentra la mayor incidencia del virus, que eviten áreas urbanas pobres y superpobladas, sin agua potable o con falta de saneamiento básico. También que practiquen sexo seguro —se han detectado casos de transmisión del virus a través de las relaciones sexuales.