El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, admitió durante el día de ayer que el subte aumentará cuando lo hagan el resto de los transportes. A su vez, advirtió sobre las dificultades de seguir sosteniendo parte del costo del boleto con «erario público», es decir, subsidio.
«No tenemos (un aumento del precio) en carpeta hoy, pero en el momento en que se resuelva la discusión tarifaria general que tiene que ver con colectivos y subtes, armoniosamente tendremos que ir acompañando con todo el dolor que eso implica», afirmó en una entrevista radial.
El precio que trascendió sería de 6$, incrementando así un 33,33% su valor de 4,50$ con la tarjeta SUBE. Para quienes no utilicen ese medio de pago, el precio treparía hasta los 10$.
«La inflación todos estos años en algún momento golpeó y lo venimos sosteniendo con erario público. No es tan real que se siga sosteniendo de esa manera, sobre todo si querés seguir creciendo», intentó justificarse Santilli. Lo cierto es que el aumento en el transporte es uno de los que más impacta en el bolsillo de los trabajadores, quienes ya deben sostener el aumento de la tarifa de luz, gas y la inflación que no se frena, sino todo lo contrario desde que asumió Macri.
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