¡No a las pandillas! Una patineta es el antivirus en Honduras

El refugio «skate Brothers», programa inspiración de Jessel Recinos que busca con el uso de la patineta en zonas conflictivas de Honduras alejar a los jóvenes de los peligros y la violencia de las calles.

“Practico esto de los acrobacias en bicicletas, pero también soy patinador. Estuve seis años por el mal camino; buscaba la adrenalina de la calle y aquí encontré una adrenalina que no pone en riesgo mi vida. Acá somos una familia y uno es feliz”, dice Gendrik Torres, de 19 años.

Los niños y jóvenes se reúnen diariamente para demostrar sus habilidades en la pista y su talento en el canto y en el baile.

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“Me encanta venir aquí porque hay un ambiente familiar y hace que uno no piense en meterse en pandillas ni cosas así”, explica el joven patinador Bayron Rodríguez,  que con tan solo 13 años de edad muestra la sabiduría de un adulto.

Luz en la oscuridad

Este proyecto solidario surgió como una esperanza para las nuevas generaciones de Cofradía, una comunidad localizada al sur de San Pedro Sula, uno de los municipios más violentos de Honduras.

Jessel Recinos, un hondureño que dejó la delincuencia por los patines fundó «Skate Brothers» para apartar a los jóvenes de  la delincuencia. En un país que cerró 2017 con una tasa de homicidios de 42,8 por cada 100.000 habitantes,  una de las más altas del mundo.

Recinos, cuenta que fue una experiencia negativa que casi le cuesta la vida,  fue lo que  lo llevó a ser «una persona de bien” y posteriormente en 2011 fundar Skate Brothers.

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“Logramos que muchos no cayeran en actos vandálicos; somos el antivirus a esta problemática”, afirma.

Al principio, el proyecto se instaló en el Centro de Alcance (centros de asistencia de la Iglesia Católica para niños y jóvenes en zonas de alto riesgo), logrando equiparse por una donación de 24,4 mil lempiras (USD 1,030) del programa Alianza Joven Honduras, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

En 2017 inauguraron su propia sede, gracias a donaciones de USAID y de la Iglesia Católica. La institución cuenta con oficina, gimnasio, salón, cancha de fútbol y basquetbol, pista multiusos, baños, cafetería y vestidores.

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“Cuando cortamos la cinta de inauguración, me senté en la pista, miré a mis ovejas y se me cayeron las lágrimas al ver cuantos jóvenes estaban ya a salvo”, confiesa Recinos, elegido  en 2016 como uno de los 10 Jóvenes Líderes Emergentes del mundo.

Actualmente,  70 niños y jóvenes  acuden gratuitamente a divertirse a un lugar en donde se practica patinaje de línea, patinetas, acrobacias, danza moderna, rap y fútbol.

Nuevas metas

El club va más allá del deporte y este año beneficiará a unos dos mil habitantes de la región con un programa nutricional patrocinado por USAID.

La institución afronta sus gastos de mantenimiento con el alquiler del salón, gimnasio, patrocinios, rifas y otras actividades. “Lo hacemos por amor”, sostiene su fundador.

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Agrega, que entre sus objetivos está constituirse como persona jurídica para canalizar las ayudas que puedan venir, y también llegar a otros sectores del país.

“Una de la metas es expandirnos en los lugares de Honduras donde haya conflictos.  Si encontramos una organización que nos apoye, esto va a seguir floreciendo porque queremos que más jóvenes sean alcanzados por ‘Skate Brothers’”, cierra Recinos