Gran revuelo causó el secuestro y violación de una menor de 3 años en Perú, hecho que motivó la indignación y enojo de miles de ciudadanos que salieron a las calles a pedir justicia.
En ese contexto el Gobierno del presidente Pedro Castillo planteó la aplicación de «medidas drásticas», como la castración química, contra los violadores, informó la agencia EFE.
“Basta ya de tanta violencia, los crímenes de violencia sexual contra los niños y niñas no serán tolerados por este Gobierno, ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es el nuestro, me siento indignado ante tanta crueldad», afirmó el mandatario en un comunicado difundido por la Presidencia peruana.
El gobernante enfatizó que «este hecho atroz e inhumano», producido en la ciudad norteña de Chiclayo, «lleva a una enorme reflexión como país para adoptar políticas públicas de Estado más severas que salvaguarden los derechos humanos de los más indefensos», en referencia a los menores de edad.
«La castración química es una opción, no podemos esperar más», afirmó antes de indicar que, para ser aplicable, esta medida deberá ser incluida en el Código Penal, previa aprobación por el Congreso.
Castillo dijo que medidas similares ya se aplican en países como Rusia, Polonia, Corea del Sur, Indonesia y Moldavia, así como en siete estados de los Estados Unidos.
«Exhortamos al Congreso de la República a respaldar medidas concretas en favor de los más vulnerables, porque no podemos seguir tolerando estos violentos hechos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de indefensos», agregó.
La Presidencia peruana precisó que la castración química consiste en administrar medicamentos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual y se usa como «un método de prevención contra las agresiones sexuales, y también como castigo para los que cometen crímenes de esta índole».
El secuestro y violación de una niña de tres años en Chiclayo, la capital de la región Lambayaque, provocó la indignación y rabia de miles de ciudadanos que salieron el último jueves a las calles de Lima y otras ciudades para pedir justicia para la menor.
El caso
La pequeña fue reportada por sus familiares como desaparecida el pasado 12 de abril y el miércoles la Policía Nacional la encontró y detuvo al presunto culpable del abuso, un hombre 48 años, que fue acusado de la presunta violación sexual y secuestro de la menor de edad.
La Fiscalía de la Nación comunicó el jueves que se dictaron nueve meses de prisión preventiva contra el detenido y sostuvo que «el imputado recibiría la pena máxima de cadena perpetua».
«Sin lugar a dudas, por los hechos, evidencias y flagrancias, no hay ninguna duda de lo que corresponde aquí es una cadena perpetua para este monstruo que ha atentado contra la integridad de un ser humano tan vulnerable y sensible como esta menor», señaló el ministro de Justicia, Félix Chero.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Diana Miloslavich, también manifestó en Twitter su «condena rotunda al crimen contra la pequeña de 3 años agredida sexualmente» y exigió a las autoridades y al sistema de Justicia «la más severa sanción contra el violador».
Este sábado, Castillo aseguró que las autoridades «están vigilantes» del estado de salud de la niña y que se ha dispuesto que se le traslade a Lima junto a sus padres para que reciba los cuidados en su rehabilitación y apoyo psicológico, además de asesoría jurídica y defensa legal gratuita.
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