Durante la madrugada de este viernes 27 de abril, efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) encontraron el arma que habría sido utilizada por el canadiense Sebastian Paul Woodroffe para asesinar a la dirigenta de la comunidad shipibo-konibo, Olivia Arévalo (81), el pasado 19 de abril. Ese mismo día, miembros de la comunidad masacraron al norteamericano, a quien acusaron de ser el autor de los dos disparos que terminaron con la vida de la lideresa indígena.
A través de su cuenta de Twitter, el Ministerio Público peruano entregó detalles sobre el hallazgo.
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2º Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Yarinacocha informó que arma con que habrían asesinado a Olivia Arévalo fue encontrada esta madrugada y correspondería a la misma que compró el ciudadano canadiense Sebastian Paul Wooldrooffe el pasado 3 de abril. pic.twitter.com/hhaAUY94CV— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) April 26, 2018
Según una publicación del portal Perú21, se trataría de una pistola Taurus 9 milímetros, plateada y con cañón corto, que fue encontrada entre la maleza, cerca del lugar donde fue encontrado el cadáver de Woodroffe.
El mismo medio de comunicación cita las declaraciones de Ricardo Jiménez, presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Ucayali, quien precisó que “el arma la habría comprado el extranjero el 3 de abril a un policía. Tenemos el contrato, nos falta comparar las balas que se encontraron junto al cuerpo de Arévalo para ratificar que corresponden a la pistola”.
El descubrimiento de la pistola se suma al hallazgo de una moto que la PNP encontró el 25 de abril y que pertenecería al ciudadano canadiense. El vehículo motorizado estaba tapado por la vegetación, a unos 50 metros del lugar donde fue hallado su cuerpo.
Según las versiones que han circulado sobre los homicidios, Woodroffe habría sido bajado de la moto por los comuneros, quienes le propinaron una brutal golpiza que terminó con su vida, hecho que quedó registrado en un crudo video que circula por redes sociales.