El presidente de Bolivia, Evo Morales, seguidor y fanático de la música y letra del cantautor argentino Facundo Cabral, recordó su nacimiento.
https://www.youtube.com/watch?v=F6th1uRKesE
«Recordamos nacimiento del cantautor argentino #FacundoCabral. Su canto revolucionario se explica porque a los 9 años recibió ayuda de Perón y Evita. Fue un soñador, decía: «Hoy estamos donde soñamos ayer». En #Bolivia soñamos con un país más justo y cada día trabajamos por ello». escribió el mandatario.
Recordamos nacimiento del cantautor argentino #FacundoCabral. Su canto revolucionario se explica porque a los 9 años recibió ayuda de Perón y Evita. Fue un soñador, decía: "Hoy estamos donde soñamos ayer". En #Bolivia soñamos con un país más justo y cada día trabajamos por ello. pic.twitter.com/E4kD3Rot3h
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) May 23, 2018
Lea aquí de forma concreta la biografía de Cabral
El poeta y cantautor Facundo Cabral nació en La Plata, Argentina, el 22 de mayo de 1937. Destaca una niñez difícil, pues a temprana edad su padre abandonó a su madre con quien procreó siete hijos. Ella emigró con ellos a Tierra del Fuego, al sur de Argentina y, posteriormente a un pueblo llamado Tandil.
Esas vivencias lo convirtieron en un niño rebelde y problemático, que terminó encerrado en un reformatorio, de donde logró escapar pronto. A los 22 años ya tocaba la guitarra y cantaba música folklórica, admiraba a Atahualpa Yupanqui y José Larralde. Se mudó a Mar del Plata, ciudad balnearia argentina, y allí comenzó su carrera en un hotel cuyo dueño le permitió cantar. Su primer nombre artístico fue El Indio Gasparino y sus primeras grabaciones no tuvieron mayor repercusión. Luego se presentó con su apellido verdadero.
Fue en 1970 cuando se dio a conocer con su canción “No soy de aquí, ni soy de allá”. Fue a partir de entonces que comenzó a grabar con cantantes de la talla de Alberto Cortez, Julio Iglesias y Pedro Vargas.
Políticamente, se identificó con el anarquismo, aunque nunca tuvo una participación militante. A nivel religioso, decía que era cristiano, no católico. En realidad, su vida estuvo matizada por lo espiritual, con la observación como herramienta para recoger la cotidianidad. Sus temas tomaron un rumbo permanente hacia la crítica social, sin abandonar el sentido del humor.
En 1976, ya considerado como cantautor de protesta. Dejó Argentina con la excusa de la situación interna y se radicó en México, donde continuó componiendo y haciendo presentaciones. Se estima que recorrió 159 países. Regresó a su país en 1984 para ofrecer un recital en el Teatro Luna Park.
Se presentó en conciertos junto a Alberto Cortez en “Lo Cortez no quita lo Cabral” uniendo humor y poesía con las canciones que hicieron famosos a ambos intérpretes, presentación con la cual visitaron Puerto Rico varias veces.
En enero de 1996 debió ser operado debido a una obstrucción en la carótida. Precisamente ese año, la UNESCO lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz”.
Finalmente cerro sus ojos y su voz en la ciudad de Guatemala, un 9 de julio de 2011 asesinado luego de presentar un concierto y cuando se desplazaba en una camioneta en dirección al aeropuerto.